En Mariúpol, en la planta Azovstal, se encuentran bloqueados hasta 400 mercenarios extranjeros, en su mayoría ciudadanos de países de Europa y Canadá, que forman parte de las tropas ucranianas, aseguró en una rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, mayor general Ígor Konashénkov.
"En total, según dicen los soldados ucranianos que se rindieron, ahora se encuentran rodeados en el territorio de la empresa Azovstal, como parte del grupo ucraniano, hasta 400 mercenarios extranjeros", dijo Konashénkov.
El oficial precisó que la mayoría de ellos son ciudadanos de países europeos, así como de Canadá.
"Anteriormente ya informamos que las conversaciones por radio entre militantes de Mariúpol se llevaban a cabo en seis idiomas extranjeros. En caso de que sigan haciendo resistencia, todos serán eliminados", destacó el general.
Según el portavoz, los militares rusos les propusieron a los efectivos rodeados que se rindieran y depusieran las armas, para de esa forma poder salvar sus vidas.
"Sin embargo, el régimen nacionalista de Kiev, según un mensaje radial interceptado, les prohibió realizar negociaciones sobre su entrega y dio órdenes a los extremistas de Azov [contra quienes Rusia abrió un caso penal] que fusilaran en el acto a cualquier ucraniano o mercenario extranjero que estuviera dispuesto a deponer las armas", recalcó Konashénkov.
El oficial precisó que las Fuerzas Armadas rusas ya eliminaron durante la operación especial en Ucrania a 1.035 soldados y oficiales extranjeros, y "otros 912 mercenarios se negaron a tomar parte en los combates y huyeron del país".
Según los datos del Ministerio de Defensa ruso, desde el inicio de la operación especial Kiev contrató a 6.824 mercenarios extranjeros de 63 países.
El grupo más numeroso procede de Polonia con 1.717 personas. Unos 1.500 mercenarios llegaron desde Estados Unidos, Canadá y Rumanía, y hasta 300 militares desde el Reino Unido y Georgia.
Konashénkov advirtió que 193 mercenarios llegaron de las zonas de Siria controladas por Turquía.
La mayoría de los mercenarios forman parte de los batallones ucranianos en las ciudades de Kiev, Járkov, Odesa, Nikoláyev y Mariúpol, pero, como resultado de las hostilidades, según el portavoz, la cifra de extranjeros "disminuye constantemente, y hoy en día es de 4.877".
El general recordó que los mercenarios extranjeros no se consideran combatientes, según el derecho humanitario internacional.
"Ellos llegaron a Ucrania a ganar dinero matando a los eslavos. Por eso lo mejor que los espera es un juicio y largos plazos de condena", destacó.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció en la madrugada del 24 de febrero el lanzamiento de una operación militar especial en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al "genocidio" por parte de Kiev.