La embajadora de Sudáfrica ante las Naciones Unidas, Mathu Joyini, aprovechó un debate en la Asamblea General de la ONU sobre el conflicto en Ucrania para regañar a Estados Unidos por sus pasadas incursiones militares como la de Irak.
Cuestionó que Estados Unidos y sus aliados occidentales cometan violaciones de la Carta de la ONU y ahora busquen simplemente una ventaja geopolítica sobre Rusia.
"Aparte de los amigos y aliados militares más cercanos de Estados Unidos en el oeste y el este de Asia, la mayor parte del mundo no está interesada en unirse a la campaña dirigida por Estados Unidos para aislar a Rusia", sostiene el reportero Column Lynch en un artículo publicado en Foreign Policy.
El columnista destaca que muchos países tienen lazos históricos con Rusia que no están preparados para abandonar. Además, estas naciones "temen que un bloqueo económico contra Moscú infligirá un dolor severo en sus propios países, sembrando la semilla de mayor hambre e inestabilidad dentro de sus propias fronteras".
Lynch resalta que las respuestas a la operación militar especial de Rusia en Ucrania por parte de África y el sur de Asia han sido "relativamente silenciosas", mientras que las preocupaciones sobre el impacto potencial de las sanciones occidentales en los precios de los alimentos y el combustible han ido en aumento.
"Muchos todavía albergan un profundo resentimiento hacia Estados Unidos, cuyas intervenciones militares desde Afganistán hasta Irak y Libia han dejado un camino de muerte y destrucción. Los países clave de África y Asia, incluidos Sudáfrica e India, han caminado con cuidado, buscando mantener buenas relaciones con Rusia y Estados Unidos al tiempo que subrayan la necesidad de respetar la soberanía de Ucrania", analiza para luego precisar que ningún país africano ha impuesto sanciones a Rusia.
El embajador de Pakistán ante la ONU, Munir Akram, explicó la cautela que predomina fuera de la histeria occidental: "Si llegará una solución negociada, las sanciones occidentales deberán levantarse porque no creo que los rusos acepten una solución sin levantar las sanciones. Desde la perspectiva de los países no involucrados, si se me permite decirlo, tenemos que ver perspectivas realistas. Creemos que habrá un acuerdo y, por lo tanto, no vamos a aceptar una postura completamente antirrusa".
Por su parte, el embajador de Kenia ante la ONU, Martin Kimani, si bien condenó el accionar de Rusia en Ucrania, recordó que EEUU y sus aliados han utilizado la fuerza militar para "aplastar a sus rivales en Afganistán, Irak y Libia".
Lynch destaca que algunos líderes africanos quieren evitar verse envueltos en lo que consideran una competencia de gran poder en Europa.
El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, criticó a Estados Unidos y Europa por su doble moral, teniendo en cuenta su intervención militar en Libia: "Destruyeron el país mientras extendían el terrorismo más allá de sus fronteras".
Además, desde el continente africano condenan el criterio que adoptan en las fronteras europeas de Ucrania donde los "rubios de ojos azules" son recibidos con los brazos abiertos, pero los africanos son rechazados.
Una situación similar ocurre en Oriente Medio, donde los principales aliados históricos de Estados Unidos han desafiado las iniciativas de EEUU de aislar a Rusia.
Israel, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos tienen "noción hasta qué punto están dispuestos a arriesgar algún daño, o erosión, en la relaciones que han desarrollado en términos de diversificación estratégica con Rusia y China", analizó Hussein Ibish, académico en el Instituto de los Estados Árabes del Golfo en Washington.
La India, por su parte, tampoco respaldó los intentos de Washington para castigar a Moscú. Su Gobierno ha mantenido conversaciones para la compra de petróleo ruso, una medida que va en contra de los esfuerzos de Estados Unidos para bloquear las exportaciones de crudo del gigante euroasiático.
Ibish agregó que estos gobiernos han llegado gradualmente a la conclusión durante la última década de que "la era de Estados Unidos ha terminado" y que "la rápida transición hacia un mundo multipolar está en marcha y es irreversible".