En esos días, Augusto, el emperador de Roma, decretó que se hiciera un censo en todo el Imperio Romano.(Este fue el primer censo que se hizo cuando Cirenio era gobernador de Siria).
Todos regresaron a los pueblos de sus antepasados a fin de inscribirse para el censo.
Como José era descendiente del rey David, tuvo que ir a Belén de Judea, el antiguo hogar de David. Viajó hacia allí desde la aldea de Nazaret de Galilea, llevó consigo a María, su prometida, cuyo embarazo ya estaba avanzado.
Mientras estaban allí, llegó el momento para que naciera el bebé.
María dio a luz a su primer hijo, un varón. Lo envolvió en tiras de tela y lo acostó en un pesebre, porque no había alojamiento disponible para ellos.
María dio a luz a su primer hijo, un varón. Lo envolvió en tiras de tela y lo acostó en un pesebre, porque no había alojamiento disponible para ellos.