Jesús calma una tormenta 8:22-25

Cierto día Jesús les dijo a sus discípulos: Crucemos al otro lado del lago. Así que subieron a una barca y salieron.
Mientras navegaban, Jesús se recostó para dormir una siesta. Pronto se desató una tormenta feroz sobre el lago. La barca se llenaba de agua y estaban realmente en peligro.
Los discípulos fueron a despertarlo: ¡Maestro!¡ Maestro! ¡Nos vamos a ahogar! gritaron. Cuando Jesús se despertó, reprendió al viento y a las tempestuosas olas. De repente la tormenta se detuvo, y todo quedó en calma.
Entonces les preguntó: ¿Dónde está su fe?. Los discípulos quedaron aterrados y asombrados. ¿Quién es este hombre? se preguntaban unos a otros. Cuando da una orden, ¡hasta el viento y las olas lo obedecen!.