Hipocresía de Occidente por sancionar a Rusia y no a Israel

Defensores de derechos humanos acusan al Occidente, con Estados Unidos por delante, de hacer gala de un “doble rasero” en la cuestión de Ucrania, donde exigen sanciones e investigaciones contra Rusia por su operación militar en el país europeo, mientras prohíben cualquier pesquisa internacional contra Israel por sus crímenes de guerra contra los palestinos, según ha informado este lunes el diario británico The Guardian. 
El martes, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, acusó a Rusia ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU) de cometer “abusos de los derechos humanos” lanzando una operación militar en Ucrania. “Estos son los abusos de los derechos humanos que este Consejo fue creado para detenerse. Si no podemos unirnos ahora, ¿cuándo nos reuniremos?”, se preguntó.
En el mismo discurso, Blinken consideró las investigaciones del Consejo de Derechos Humanos contra Israel como “una mancha en la credibilidad del Consejo” y pidió que se detuvieran. Las pesquisas han encontrado a Israel responsable de “violaciones al derecho a la vida” de los palestinos y otros delitos graves.
“Vemos que no solo el Gobierno de EE.UU., sino las compañías estadounidenses, están intentando desesperadamente sancionar y boicotear cualquier cosa que tenga una relación con el Gobierno ruso”, mientras que al contrario, bloquean cualquier esfuerzo para condenar las “violaciones del derecho internacional” cometidas por Israel, ha dicho la exdirectora de la oenegé Human Rights Watch (HRW) para Asia Occidental Sarah Leah Whitson. 
“Es muy claro que los motivos para resistir las sanciones a Israel, o incluso el cumplimiento del derecho internacional, es puramente político”, ha censurado.
James Zogby, presidente del Instituto Árabe Americano con sede en Washington, a su vez, ha lamentado que el Occidente considere héroes a los extremistas ucranianos que atacan a tropas rusas, y al mismo tiempo llame “terroristas” a los palestinos que luchan contra la ocupación israelí.
El Reino Unido y Canadá son otros dos países que están acusados de hipocresía. Ambos instaron recientemente a la Corte Penal Internacional (CPI) a investigar los supuestos “crímenes de guerra” rusos en Ucrania, mientras que el año pasado exigieron a la CPI detener una pesquisa contra Israel bajo excusa de que Palestina no es un país soberano, aunque es reconocido como un estado por la ONU.
Julie Elliott, parlamentaria británica del Partido Laborista, ha denunciado que Londres tiene un doble estándar cuando se trata de defender a los palestinos.
“Los palestinos nos están mirando a hablar y actuar en los mismos términos. Nosotros sancionamos a Rusia sobre Crimea, y ahora es probable que impongan más sanciones […], pero los palestinos preguntan por qué no hacemos nada para poner fin a la ocupación de Israel”, ha censurado la legisladora.
A mediados de febrero, Amnistía Internacional (AI) consideró a Israel “un régimen de apartheid” y advirtió que el traslado forzoso de palestinos bajo ocupación equivale a un “crimen de guerra”. La oenegé pidió a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que imponga sanciones contra la ocupación israelí.