“Está absolutamente claro que el rechazo del petróleo ruso tendría consecuencias catastróficas para el mercado global”, ha afirmado la noche de este lunes el viceprimer ministro de Rusia, Alexander Novak, en una declaración transmitida por la televisión estatal.
“El aumento del precio podría ser imprevisible y alcanzar más de 300 dólares por barril o más”, ha alertado el titular, mientras que ha subrayado cuán inalcanzable sería sustituir rápidamente el petróleo ruso para el mercado europeo por una fuente alternativa.
Novak, además, ha precisado que el ostensible aumento de los precios golpeará el bolsillo de los consumidores europeos, “serán las principales víctimas de este escenario”, ha lamentado.
Las declaraciones de Novak se producen, mientras que Estados Unidos y la Unión Europea discuten la imposición de sanciones más draconianas sobre el petróleo y el gas rusos.
Los dirigentes de EE.UU., Francia, Alemania y el Reino Unido (Joe Biden, Emmanuel Macron, Olaf Scholz y Boris Johnson, respectivamente) están determinados a castigar más a Rusia por su operación militar en Ucrania, ha informado este lunes la Casa Blanca.
Biden, Macron, Scholz y Johnson “afirmaron su determinación a seguir aumentando los costos para Rusia por la invasión de Ucrania, no provocada e injustificada”, según un comunicado del Gobierno estadounidense.
Ante el posible embargo occidental sobre el sector energético ruso, se han disparado este lunes los precios del gas y petróleo, provocando la caída de los mercados bursátiles, pues temen una ralentización de la economía mundial.
