De haber sido lanzado en trayectoria rectilínea, el misil balístico intercontinental (ICBM) que Corea del Norte disparó el 24 de marzo habría volado 15.000 kilómetros y alcanzado costa este de Estados Unidos, según la agencia de noticias Kyodo que cita al ministro de Defensa nipón, Nobui Kishi.
"Comparado a los lanzamientos anteriores, es un nivel totalmente distinto, una grave amenaza para la paz y la estabilidad de Japón y de la comunidad internacional", señaló Kishi.
Corea del Norte confirmó haber realizado el 24 de marzo un lanzamiento de prueba de su misil balístico intercontinental Hwasong-17. Disparado desde el aeropuerto internacional de Pyongyang, el ICBM ascendió a una altitud de más de 6.248 kilómetros, voló 1.090 kilómetros durante 67,5 minutos y cayó en el área asignada del mar del Este (mar del Japón).
La prueba de armas, que contó con la presencia del líder Kim Jong-un, fue la número 12 desde principios de 2022 y puso fin a la moratoria de ensayos nucleares y de misiles balísticos intercontinentales que Pyongyang se autoimpuso en 2017.
En enero pasado, Corea del Norte realizó siete lanzamientos de misiles: hipersónicos, balísticos de corto alcance, guiados tácticos y de crucero. El 27 de febrero realizó una prueba de misil balístico, a la que siguieron dos lanzamientos más, el 5 y el 16 de marzo. El 20 de marzo disparó cuatro rondas de lanzacohetes múltiples al mar Amarillo.
Las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU prohíben a Corea del Norte desarrollar programas militares nucleares y de misiles balísticos.
Por su parte, Corea del Sur respondió a la prueba del 24 de marzo disparando misiles Hyunmoo-II, ATACMS, Haesong-II y JDAM para demostrar su capacidad de atacar con precisión cualquier sitio de lanzamiento y puestos de mando correspondientes en territorio norcoreano.