En una comparecencia en la Casa Blanca ante los medios de comunicación, Biden ha advertido este viernes que una confrontación directa entre la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) y Rusia desencadenaría una Tercera Guerra Mundial.
“No vamos a librar una guerra contra Rusia en Ucrania, porque eso desencadenaría la Tercera Guerra Mundial, y lo vamos a evitar”, ha afirmado el inquilino demócrata de la Casa Blanca.
Biden, asimismo, ha prometido seguir enviando armas a Ucrania, pero reitera que Washington no entrará en una guerra directa con Rusia.
De hecho, pese a advertencias de Moscú al Occidente de no escalar la tensión con el envío de armas a Ucrania, Biden ha anunciado que EE.UU. continuará proporcionando armamentos y municiones a Kiev para “defenderse” de Rusia.
Estados Unidos seguirá “trabajando con Europa y nuestros socios para enviar un mensaje claro: vamos a defender el territorio de la OTAN”, ha dicho, asegurando que el Occidente no dejará que el presidente ruso, Vladimir Putin, “dicte el nuevo orden mundial”.
Ha ratificado la supuesta preocupación del Occidente por lo que da en llamar un posible “ataque con material químico” por parte de Moscú en Ucrania y avisado que Rusia “pagará un alto precio si usa armas químicas” en el territorio ucraniano.
Rusia, que descarta todas estas acusaciones sin fundamento, advierte que los nacionalistas ucranianos se están preparando para llevar a cabo ataques de bandera falsa con armas químicas en Járkov para luego culpar a Moscú.
El Gobierno ruso acusa además a Washington y Kiev de gestionar laboratorios destinados a producir armas biológicas en el país europeo, cerca de las fronteras rusas, razón por la cual ha convocado este viernes una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) para abordar las “actividades militares biológicas de EE.UU. en Ucrania”.
El pasado 24 de febrero, Putin anunció el comienzo de una operación en Ucrania, subrayando que a las autoridades rusas no les ha quedado otra opción para proteger al pueblo ruso ante la amenaza constante que emana del territorio ucraniano y sus aliados occidentales.
