En un informe publicado el jueves, la organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) denuncia los crímenes de guerra cometidos por las fuerzas israelíes durante la agresión a Gaza de mayo de 2021.
“Los ataques israelíes mataron a decenas de civiles y destruyeron cuatro rascacielos de Gaza llenos de casas y negocios”, lamenta el texto, señalando que esta agresión tuvo lugar en medio de las amplias restricciones impuestas por el régimen de Tel Aviv sobre el movimiento de personas y bienes hacia y desde el enclave costero.
Del 10 al 21 de mayo, el mundo entero fue testigo de otra escalada de violencia del régimen israelí contra los gazatíes. En este conflicto de 11 días, más de 260 palestinos perdieron la vida por los bombardeos israelíes en Gaza, según el Ministerio palestino de Salud.
Por otro lado, la oenegé advierte que el primer ministro israelí, Naftali Bennett, ha seguido el expansionismo y ha continuado facilitando el traslado de israelíes a asentamientos en la Cisjordania ocupada, una medida considerada como “crimen de guerra”.
Es más, agrega, durante los primeros ocho meses de 2021, Israel demolió 666 edificios palestinos en Cisjordania, desplazando a 958 personas, un aumento del 38 por ciento en comparación con el mismo período en 2020, según las cifras ofrecidas por la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Varios grupos y autoridades palestinos consideran imprescindible que las Naciones Unidas y las organizaciones internacionales cumplan sus responsabilidades y pongan fin a la política de apartheid de Israel, además de obligar a este régimen a pagar el precio de los crímenes que ha cometido en los territorios ocupados palestinos.