“No voy a prever 18 escenarios diferentes [...] Simplemente diría que nuestro compromiso y la conversación que mantenemos con nuestros aliados gira en torno a infligir un dolor muy agudo y muy rápido, si Rusia hace este movimiento de cualquier forma”, explicó sin ofrecer más detalles.
Hasta ahora, detalló Nuland, Estados Unidos ha ofrecido discutir el control de armas y los límites de las maniobras militares en la región, pero ha rechazado las peticiones rusas de retirar las tropas de ciertos países o de impedir que se unan a la alianza de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN).
La funcionaria estadounidense también comentó las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia que tuvieron lugar el 10 de enero, y aseguró que, desde la perspectiva de Washington, la puerta a una solución diplomática sigue siendo abierta, y EE.UU. está trabajando en respuestas escritas a los funcionarios rusos.
Desde 2014, el Ejército ucraniano ha emprendido una lucha contra los independentistas del Donbás —región del este de Ucrania y limítrofe con Rusia—. Recientemente, la tensión se ha disparado mientras el Occidente acusa a Rusia de planear una invasión militar a Ucrania a principios de este 2022, argumentando la acumulación militar rusa en la zona.
A su vez, Rusia asegura que dicho despliegue de unidades de su Ejército responde a la necesidad de defensa y disuasión ante la amenaza de un posible ataque por parte de la OTAN y Ucrania, y descarta toda la intención para invadir Ucrania dejando claro que no es parte de este conflicto y acusa al Occidente de incitar a Ucrania a iniciar un nuevo enfrentamiento con los independentistas con el propósito de desestabilizar las fronteras rusas.
