El portal Common Dreams abordó el lunes el primer resumen del poderío aéreo de Estados Unidos, divulgado por el Departamento de Defensa (el Pentágono), desde que el presidente Joe Biden asumiera el cargo hace casi un año.
Esta cifra incluye 154 078 bombas que cayeron en Irak y Siria, 80 108 misiles que impactaron contra Afganistán, 69 652 contra Yemen y más de 28 000 proyectiles contra otros países del mundo.
“Estos bombardeos interminables no solo han sido letales y devastadores para sus víctimas, sino que se reconoce ampliamente que han socavado gravemente la paz y la seguridad internacionales”, precisó la fuente.
Tras cuestionar la política de la Casa Blanca en mantener a su gente en la oscuridad sobre las terribles consecuencias de estas campañas de destrucción masiva a largo plazo, el informe dice que esta política permite al pueblo estadounidense mantener esta ilusión que el militarismo de su país es una fuerza para “establecer la paz mundial”.
Según las evaluaciones formuladas por distintos analistas y observadores, EE.UU. usó los atentados del 11 de septiembre en 2001 como una coartada inacabable a fin de justificar su denominada campaña antiterrorista y sus intervenciones en todo el mundo.
Ya, en su largo historial de crímenes de lesa humanidad y violaciones de los derechos humanos, Washington ha llevado a cabo numerosas guerras y ataques contra muchos otros países, en su mayoría latinoamericanos, asiáticos y africanos, dejando un impactante número de muertos.
