Almacenamiento de gas en Ucrania ayuda a Europa a evitar nuevas crisis energéticas

La Unión Europea ha acelerado el tránsito de gas natural desde los depósitos ucranianos para prevenir una crisis energética que podría surgir debido al aumento de la demanda de calefacción durante la estación invernal, informa Financial Times.
Los analistas del periódico señalan que la decisión de colocar las reservas europeas de gas en Ucrania, donde se encuentran los mayores depósitos de toda Europa, ayudó a realizar retiradas relativamente pequeñas de los almacenamientos de la UE, lo que mantuvo bajos los precios del gas y facilitó su reabastecimiento.
"Ucrania desempeña un papel clave para la seguridad del suministro de gas en Europa central y oriental este invierno", afirmó Natasha Fielding, responsable de gas en Europa de Argus Media, una agencia de información sobre precios. Recurrir al gas almacenado en Ucrania "ayuda a Europa a mantener elevadas sus reservas nacionales, reduciendo el riesgo de que los depósitos casi se vacíen en caso de frío sostenido a finales de invierno", añadió.
En su mayoría, los almacenamientos se localizan bajo tierra en el oeste del territorio ucraniano, lejos de la zona donde se lleva a cabo la operación militar especial de Rusia. Kiev ha ofrecido hasta 10.000 millones de metros cúbicos, un tercio de su capacidad nacional, a los Estados miembros de la UE, que poseen 115.000 millones de metros cúbicos de gas en sus territorios.
Mientras tanto, si el volumen del gas retirado desde Ucrania era de 10,7 millones de metros cúbicos diarios en el mes de noviembre, a mediados de diciembre alcanzó niveles de más del doble llegando a 26 millones de metros cúbicos al día, según estimaciones de Argus Media.
Por otro lado, el medio informó anteriormente que la UE está elaborando medidas legislativas que permitan a los países del bloque limitar o cortar completamente el acceso a las redes europeas de transporte de gas a los proveedores de Rusia y Bielorrusia. Un alto funcionario europeo afirmó que esta iniciativa podría permitir a las empresas energéticas de la UE rescindir los contratos con los proveedores de gas rusos sin tener que pagar enormes indemnizaciones.