Tengo los ojos abiertos
y más que abiertas las manos,
mas no veo las injusticias
y pienso que soy cristiano.
Miro con pena a los pobres,
doy limosnas todo el año,
sólo doy lo que me sobre
y pienso que soy cristiano.
Van los pobres por las calles
sin afán y sin trabajo,
lo lamento y nada más
y pienso que soy cristiano.
Me reúno con frecuencia
con la Biblia entre las manos,
la comento y no la vivo
y pienso que soy cristiano.
Sólo pienso en mi familia,
en ser decente y honrado,
los demás siempre detrás
y pienso que soy cristiano.
Las chabolas no me importan,
la miseria no la palpo,
a los ancianos olvido
y pienso que soy cristiano.
Mas cuando sienta que el mundo
se incomoda por mis actos,
y el ocioso se levante,
mientras Dios vaya buscando,
cuando en todos deje el hambre
de ser cada día pasto,
puede que pierda la vida,
pero ya seré cristiano.
Tomad, comed y bebed
de mi vida y mi palabra,
saciaros de ella y sed vosotros
en adelante el alimento del mundo.