Japón no descarta atacar bases de Corea del Norte

En unas declaraciones al periódico nipón Yomiuri Shimbun publicadas el sábado, el nuevo primer ministro de Japón, Fumio Kishida, quien asumió el cargo el 4 de octubre, no descartó la posibilidad de lanzar ataques preventivos contra las “bases enemigas”, en concreto de Corea del Norte.

De acuerdo al premier nipón, tal medida puede contemplarse como “una opción” del primer paso para modificar las estrategias de defensa nacional que deben reforzar un eventual Ejército del país asiático.

En este sentido, el jefe del Gobierno japonés expresó inquietud ante el avance rápido de las tecnologías para construir misiles hipersónicos y balísticos, entre ellas las de Pyongyang.
Ante tal situación, Kishida aseveró que es crucial introducir cambios en las actuales estrategias de defensa nacional para garantizar la seguridad de la nación japonesa, así como estar preparado ante todos los posibles escenarios.

Tokio está cada vez más desconfiado de los avances en el desarrollo de armas de Corea del Norte. Ante tal amenaza, planea importar más de 20 aviones no tripulados (drones) de reconocimiento, fabricados en Estados Unidos. Además, está presionando para poseer portaviones y presentar los últimos cazas furtivos, según un artículo emitido el miércoles por la agencia estatal norcoreana de noticias, KCNA.

“La gravedad del problema radica en el hecho de que Japón sigue adelante con esa acumulación de armas con el pretexto de hacer frente a las ‘amenazas’ de los países vecinos”, denunció el medio.

Conforme al informe, Tokio, con la acumulación de armas, tiene como objetivo “proveer equipos de guerra para ataques preventivos e invasiones” más que por medios defensivos para hacer frente a las amenazas de otros Estados.

Corea del Norte y Japón han experimentado una larga relación conflictiva. Por Su parte, el Gobierno norcoreano, liderado por Kim Jong-un, ha denunciado una y otra vez que Tokio, siguiendo los pasos de Washington busca crear una amenaza fabricada respecto al programa nuclear y de misiles de Pyongyang y “provocar de esta manera una ola de militarismo”.