Un niño de 12 años y un joven de 18, ambos de nacionalidad venezolana, fueron asesinados en Colombia presuntamente por un grupo de civiles armados sin identificar, minutos después de que comerciantes del municipio de Tibú, en el departamento del Norte de Santander, maniataron a los jóvenes y los grabaron, acusándoles de haber entrado a robar en el establecimiento.
El hecho se habría producido el pasado viernes. Los comerciantes, en vez de llamar a las autoridades, ataron a los dos jóvenes de las manos, los sometieron al escarnio y documentaron la retención ilegal en un video que circuló en redes sociales.
En el video, el hombre que graba amenaza a los niños de difundir el material para que la gente "se den cuenta de la clase de ladroncitos que hay". "Son muchachos muy jovencitos y no queremos verlos mañana por allá, tirados en alguna orilla de las carreteras, bajo nuestra responsabilidad están y vamos a entregarlos a las autoridades", se escucha en la grabación.
Minutos más tarde, según reseñan medios locales, los dos adolescentes fueron secuestrados por unos motorizados y después aparecieron asesinados con un disparo en la cabeza cada uno. En el cuello del niño, colgaron un cartel que decía la palabra "ladrones".
Los cuerpos fueron hallados en una zona rural conocida como barrio Largo, en la vía que conduce al municipio del Catatumbo.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Colombia condenó el asesinato del niño de 12 años e instó a las autoridades a investigar el crimen. "Hacemos un llamado al respeto a la vida y protección de los niños y las niñas", señaló el organismo, que no hizo mención sobre el homicidio del otro joven.
Por su parte, la Fiscalía colombiana informó este lunes que había designado a un grupo especializado de fiscales, investigadores, criminalísticos y forenses para que adelanten las pesquisas relacionadas al crimen.
El dirigente político y senador colombiano Gustavo Petro exigió una explicación por parte de la policía de Tibú y advirtió que el fiscal general "no puede dejar en la impunidad este crimen".
Petro recordó que en 2018, cuando se encontraba en su campaña presidencial, la policía del Norte de Santander lo condujo a una "emboscada" donde, aseguró, lo iban a asesinar. "Hoy el asesinato de estos niños demuestra que el estado en Tibú esta al servicio del paramilitarismo y el crimen", denunció el congresista.
Por su parte, el comandante de la policía local, coronel Carlos Martínez, informó a Caracol Radio que han ofrecido una recompensa de 100 millones de pesos colombianos (más de 26.000 dólares) a cambio de información que ayude a ubicar a quienes "privaron de la libertad, amarraron, golpearon, y condujeron hasta el sitio para asesinar a las víctimas".