De acuerdo con los datos obtenidos por la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, EE.UU.), las minorías, en este caso, negros e hispanos en Estados Unidos además de tener mayores probabilidades de contagiarse la COVID-19 y también hospitalizar o incluso morir por la enfermedad, son los que tienen menos acceso a pruebas diagnósticas y vacunas contra el nuevo coronavirus, según recogió el martes la cadena estadounidense CNN.
Las minorías, tal y como detalla el informe, aún no están haciéndose suficientes pruebas ni tampoco se han vacunado suficientemente en la mayoría de los estados del país norteamericano.
En este sentido, los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE.UU. indica que el riesgo de muerte en las personas negras e hispanas es al menos el doble que las personas blancas no hispanas y casi hay tres veces más probabilidades de que sean hospitalizadas en el caso de infectarse con el virus, causante de la COVID-19.
“Si eres pobre y si eres negro o moreno en este país, tienes mucha limitación en cuanto a dónde puedes acceder a recursos básicos para incluso navegar por las decisiones personales en torno a la COVID-19”, afirmó Beth Blauer, directora ejecutiva y cofundadora de los Centros para el Impacto Cívico en la Universidad Johns Hopkins.
Estados Unidos es el país más golpeado por el coronavirus en el mundo, lo que ha causado muchos problemas económicos, desalojamiento y desempleo entre los estadounidenses.
La mayor mortalidad es entre las capas más vulnerables de la sociedad estadounidense, especialmente entre las minorías de negros e hispanos y arraiga en décadas de discriminación y desigualdad racial de la riqueza, problemas que siguen aumentando sin resolverse.
Un informe publicado el pasado diciembre por los CDC de EE.UU. sacó a la luz que más de 70 % de los menores de edad que fallecieron en el país norteamericano por el coronavirus, eran negros, latinos o indígenas.