Tras concluir la Misa en el Santuario Nacional de Šaštín, el Papa Francisco ha regalado una rosa de oro a la imagen de la Virgen Dolorosa. La imagen ha presidido el altar de la celebración, que ha clausurado el viaje apostólico a Eslovaquia.
Cabe destacar que el símbolo de la rosa de oro, es un regalo exclusivo de los Pontífices cuando visitan un santuario: Un gesto para expresar reverencia a la Virgen María.
Según informa la Oficina de Prensa de la Santa Sede, aproximadamente unas 60 mil personas participaron en la celebración. Al concluir la misa, Stanislav Zvolensky, arzobispo de Bratislava, dedicó un saludo de agradecimiento al Santo Padre en nombre de toda la Iglesia eslovaca.
Francisco también expresó su gratitud con el pueblo de Eslovaquia y se despidió de ellos dando gracias a Dios, «que me ha permitido estar entre ustedes y concluir mi peregrinación en el abrazo devoto de vuestro pueblo, celebrando juntos la gran fiesta religiosa y nacional de la patrona, la Virgen Dolorosa».
Francisco despidió a «sus queridos hermanos obispos» la preparación y la acogida. «Renuevo mi gratitud a la señora Presidenta de la República y a las autoridades civiles. Y agradezco a todos los que han colaborado de diversas maneras, sobre todo con la oración. Los llevo en el corazón. Ďakujem všetkým! (¡Gracias a todos!)».