Durante 25 horas Israel se para por completo, tránsito y comunicaciones, los religiosos rezan en las sinagogas y ayunan, y la mayoría de la ciudadanía toma las calles con bicicletas, patinetes y patines aprovechando la ausencia de coches.
En la celebración del Yom Kipur, que significa Día del Perdón o de la Expiación, se espera obtener el perdón divino, por ello el recogimiento, los rezos y el ayuno, algo que no solo los religiosos y tradicionalistas hacen.
Yom Kipur comienza 10 días después del año nuevo judío, Rosh Hashaná en hebreo, con la caída del sol este 15 de septiembre, y terminará con el sonido del cuerno de carnero al atardecer del jueves 16.
"En estos días, llamados yamim noraim, que en hebreo significa días terribles y que van desde el año nuevo hasta este día de la expiación, ambos inclusive, son la ocasión de analizar nuestros actos, arrepentirse, pedir perdón", explica el rabino David Rubin. En esta fiesta más interior que exterior hay cinco prohibiciones:
1.comer y beber;
2.lavar el cuerpo (incluyendo el lavado de los dientes);
3.ungir el cuerpo (cremas o bálsamos);
4.tener relaciones íntimas;
5.usar zapatos de cuero, según explica el rabino.
El cálculo de atacar Israel en Yom Kipur de 1973, el día en que Israel tiene las defensas más bajas y la mayor parte de la población, incluidos militares, ayunan, fue acertado por parte de Egipto.
El país realmente fue agarrado por sorpresa. Las lecciones se aprendieron y el Ejército israelí no revela su grado de alerta en estos días. Pero está alerta.
En estos días se puede escuchar por las calles a los judíos deseándose los unos a los otros jatimá tová que significa buena firma, y hace referencia al deseo de que el prójimo sea perdonado por sus errores y Dios lo inscriba en el Libro de los vivos.
El día suele terminar para los sanitarios y servicios de emergencias con varios nacimientos, accidentes de bicicleta y similar, también desmayos por un ayuno mal llevado. Desde el punto de vista de la liturgia, termina con el sonido del shofar, un cuerno de carnero tallado que se hace sonar solo en ocasiones muy especiales, como este día.
El Día de la Expiación primero comienza en el relato de Moisés y el éxodo desde Egipto del pueblo de Israel. Al llegar al monte Sinaí, y luego de recibir los diez mandamientos de Dios, se cuenta que Moisés bajó de la montaña y se encontró con un tumulto de gente adorando a un becerro de oro.
Cuando Moisés vio el becerro de oro se enfureció y quemó el ídolo al que recurrió su pueblo en su ausencia. Moisés, preso de una incontrolada rabia, también destruyó las tablas de la ley, y tuvo que regresar a la cima de la montaña para pedirle perdón a Dios por su salida de tono.
Finalmente, tras varios días, Moisés recibió el perdón divino, para él y su pueblo, y por eso los judíos celebran este Día de la Expiación.