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La Policía Metropolitana de Londres entregó un informe en el que se afirmaba que en 2013 se cometieron 500 crímenes contra musulmanes en el Reino Unido. El doble de los casos que se habían registrado en 2012.
Según las autoridades, la principal razón para el incremento de estas cifras fue el asesinato el pasado mes de mayo del soldado Lee Rigby a manos de dos hombres que habrían cometido el crimen en nombre del Islam. Los sospechosos fueron condenados recientemente a cadena perpetua.
Según la Policía, después de la muerte del soldado Rigby, los casos de atentados y ataques contra la población musulmana se agravaron.
Un vocero del Ministerio de Justicia ha condenado los crímenes definiéndolos como "devastadores para las personas y para la comunidad en general", y afirmó que los controles y vigilancia aumentaron con respecto a los años anteriores.
Sin embargo las cifras siguen aumentando y las comunidades musulmanas piden atención y protección contra los ataques que cada se tornan más frecuentes.
