Hamás tensó el conflicto con Israel tras el anuncio de aplazar la liberación de rehenes, una medida que Israel Katz, el ministro de Defensa israelí, calificó como una "violación total" del acuerdo de alto el fuego. Según Hamás, la suspensión de las liberaciones busca presionar a Israel para que respete los tiempos del acuerdo.
La paralización de la entrega de rehenes no fue sorpresiva, ya que "se suponía que en algún momento el acuerdo podría entrar en crisis", dijo a Una mañana por descubrir la periodista Roxana Levinson desde Israel.
A su juicio, la estructura escalonada del pacto hacía previsible este escenario. "Hacer el acuerdo y la liberación en etapas es como llamar al conflicto", sostuvo, argumentando que esto lo hacía altamente vulnerable a interrupciones y cambios.
Hamás ya había dado señales de incumplimientos previos, como la demora en la liberación de la rehén Arbel Yehud. Por otro lado, dentro del Gobierno israelí, sectores de derecha insisten en que tras la primera fase del acuerdo, la guerra debe continuar.
Levinson destacó la presión del ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, quien amenazó con renunciar si no se retoma el conflicto: "Si esto sucede, Benjamin Netanyahu perdería la mayoría y el Gobierno caería. Para Hamás está claro que si termina la primera etapa, se vuelve al punto de partida", aseguró.
El acuerdo contemplaba tres etapas de liberación: primero, rehenes considerados de carácter humanitario; en la segunda fase, hombres jóvenes menores de 50 años y soldados; y finalmente, la entrega de cuerpos. Sin embargo, Levinson advirtió que en el día 16 del pacto ya se debería haber negociado la segunda etapa, lo cual no ha ocurrido. "Como Israel se retrasa en la negociación y sigue declarando que después va a volver la guerra, parece que todo está en el punto cero", afirmó.
En el trasfondo de la crisis, algunos analistas apuntan al papel de Qatar, un actor clave en la mediación. Según Levinson, el país estaría influenciando el conflicto debido a su malestar con las declaraciones de Netanyahu. Además, Jordania y Egipto han expresado su descontento, especialmente tras las recientes declaraciones de Donald Trump sobre el desplazamiento de palestinos en Gaza.
"Con cada nuevo obstáculo, el frágil equilibrio del alto al fuego se ve amenazado y la posibilidad de una nueva escalada bélica se vuelve cada vez más real", cerró.