El jefe del Servicio Federal de Seguridad de Rusia, Aleksander Bórtnikov, señaló que Occidente ha convertido a Ucrania en un campo de pruebas de métodos para socavar la seguridad no solo de Rusia, sino de todo el espacio postsoviético. "El territorio [de Ucrania] se ha convertido en un lugar de atracción para mercenarios y terroristas de todo el mundo. Se ha creado un mercado global 'en la sombra' de armas, cuya transferencia a otras 'zonas de inestabilidad' se realiza de forma permanente", afirmó.