En un primer vistazo, saltó a mi vista que esta parte del pasaje está expresada en forma de acertijo, mismo que el apóstol Juan urge a resolver:
Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres
y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en
la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el
que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de
su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento,
cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su
número es seiscientos sesenta y seis. Apocalipsis 13:16-18
Ya luego, en un análisis más profundo del Apocalipsis, encontré que cada versículo del libro es una liga o puerta que nos lleva hacia otros pasajes de la Palabra donde abunda más información del tema del que se está hablando.
Por supuesto, como lo confirmaría más adelante, Apocalipsis 13:16-18 no sería la excepción.
Este acertijo NO contiene en sí mismo ni la marca ni el nombre de la bestia, solo nos indica donde encontrarlas, o más precisamente, en qué parte de la Escritura comenzar a buscar.
Resolviendo las claves: la primera pista.
El principio del versículo 18 nos da la primera pista de dónde buscar:
“Aquí hay SABIDURÍA”
El apóstol Juan, que conoce y domina a la perfección toda la Escritura, tiene en mente un personaje de la Biblia famoso por su sabiduría y espera que a la memoria del lector venga esa misma persona:
No puede ser otro que el rey SALOMÓN.
Así que siguiendo esta pista busqué en la Palabra de Dios aquellos pasajes que hablan del rey Salomón...