Un equipo multidisciplinario de investigadores internacionales dirigidos por la especialista en Otorrinolaringología-Cirugía de Cabeza y Cuello Lauren K. Dillard, de la Universidad Médica de Carolina del Sur (EE.UU.), advierte que los videojuegos podrían poner a millones de personas en riesgo de sufrir una pérdida auditiva permanente. La investigación, publicada recientemente en BMJ Public Health, concluye que pasar mucho tiempo con auriculares, escuchando sonidos de ataque, temas musicales y gritos de batalla, incrementa el riesgo de padecer daños definitivos en los oídos.
Los científicos realizaron una revisión sistemática de la literatura científica actualizada, enfocada en el análisis de la relación entre los videojuegos y la pérdida auditiva y/o el 'tinnitus' (acúfeno o sensación de oír sonidos que no proceden del exterior). A pesar de existir pocos estudios al respecto y estar muy espaciados en el tiempo, los especialistas identificaron 14 artículos únicos que abordan esta problemática. En el conjunto de ellos, participaron más de 50.000 personas de nueve países y se tomó en consideración una variedad de circunstancias de juego, incluidas computadoras y consolas domésticas, juegos móviles, centros de juego y deportes electrónicos.
Las pautas establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que los adultos pueden soportar con seguridad niveles de sonido a la semana de unos 80 dB durante 40 h y 90 dB solamente por 4 h, mientras que 95 dB en el lapso de 1 h 15 min, antes de correr el riesgo de perder la audición.
En este sentido, una de las investigaciones analizadas encontró que más de 10 millones de estadounidenses podrían estar expuestos a niveles de sonido "altos" o "muy altos" gracias a los videojuegos. Otra describió como preocupante que el volumen promedio de los auriculares en cuatro juegos de disparos fuera de entre 88,5 y 91,2 dB, en tanto que una tercera concluye que los sonidos de ráfagas de ruido breves y fuertes de disparos o choques pueden alcanzar un máximo de 119 dB.
Algunos estudios consultados señalan que el uso de juegos aumenta las probabilidades de una pérdida auditiva autoinformada, mientras que tres de ellos, localizados en centros de juego, hallaron niveles de sonido de entre 80 y 90 dB, y dos descubrieron que estos entornos aumentaban las probabilidades de padecer 'tinnitus' severo y pérdida auditiva de sonidos de alta frecuencia. Una publicación sobre juegos móviles llegó a la conclusión de que el nivel de sonido promedio era de 43,2 dB, lo que sugiere que esta forma de entretenimiento es menos preocupante, al menos para nuestros oídos.
Los autores del presente trabajo indican que, aunque hasta ahora es bastante limitada, la evidencia disponible apunta, en última instancia, a los juegos como probable fuente de escucha insegura. Considerando estos criterios, sostienen que se necesita una investigación adicional sobre estas relaciones, junto con medidas para promover una escucha segura entre los jugadores. No se trata solo de bajar el volumen. Tanto el volumen como el tiempo de exposición influyen en el impacto que el ruido puede tener en los oídos.
"Los hallazgos sugieren que podría ser necesario priorizar intervenciones, como iniciativas centradas en la educación y la concientización sobre los riesgos potenciales de los juegos, que puedan ayudar a promover una escucha segura entre los jugadores", escribe el equipo de expertos.