"Hezbolá podría recurrir a las capacidades de las que dispone [...] para poner gente [en] lugares para hacer algo", afirmó uno de los interlocutores, haciendo referencia a un potencial ataque de la agrupación a EE.UU., y agregó que "es algo de lo que preocuparse".
Las fuentes se negaron a entrar en detalles, pero señalaron que Hezbolá dispone de un potencial que supera el de otros grupos armados en Oriente Medio. En particular, el movimiento libanés cuenta con una amplia red internacional que le permitiría utilizar a sus agentes para cometer un atentado en territorio estadounidense.
Las otras situaciones que evalúan las agencias de inteligencia son los ataques contra militares y diplomáticos de EE.UU. en Oriente Medio, por lo que recopilan los datos necesarios sobre Hezbolá para evitar esos escenarios.
Las agrupaciones chiitas han atacado en reiteradas oportunidades a las tropas estadounidenses desplegadas en Siria e Irak, pero en EE.UU. no saben hasta qué punto esos sucesos estuvieron vinculados con Hezbolá, a pesar de que tienen el objetivo común de socavar las posiciones regionales de Washington.
A principios de noviembre, el director del FBI, Christopher Wray, declaró que Hezbolá hace años actuaba en territorio estadounidense "obteniendo dinero y armas y espiando".