EE.UU. y el Reino Unido lanzaron este viernes varios ataques contra las posiciones de los hutíes en Yemen.
De acuerdo con un miembro del consejo de seguridad del grupo hutí, Abdulsalam Jahaf, los bombardeos se realizaron contra Saná, Al Hudayda, Dhamar y Sa'dah. Además, se difundieron reportes sobre explosiones en la ciudad de Taiz.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, señaló que la ofensiva contó con el apoyo de Australia, Baréin, Canadá y los Países Bajos. Indicó que fueron bombardeados "objetivos en Yemen, usados por los rebeldes hutíes para poner en peligro la libertad de navegación en una de las vías marítimas más vitales del mundo".
De acuerdo con sus palabras, la ofensiva representa "una respuesta directa a los ataques sin precedentes de los hutíes contra los buques marítimos internacionales en el mar Rojo, que incluso usaron misiles balísticos antibuque por primera vez en la historia".
El secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, señaló que los ataques impactaron contra sitios "asociados con vehículos aéreos no tripulados de los hutíes, misiles balísticos y de crucero y capacidades de radares costeros y de vigilancia aérea".
NBC News informa, citando a dos funcionarios de EE.UU., que los ataques se realizaron con aviones de combate y misiles Tomahawk que fueron lanzados desde buques de guerra.
Mientras tanto, el primer ministro británico, Rishi Sunak, afirmó que los ataques en conjunto con Estados Unidos contra objetivos terrestres hutíes en Yemen fueron un acto de "defensa propia".
Sunak, quien confirmó una serie de "ataques selectivos" de la Fuerza Aérea británica, indicó que se trató de una ofensiva en respuesta a las acciones "peligrosas y desestabilizadoras" de la milicia hutí durante los últimos meses contra el transporte marítimo comercial en el mar Rojo.