De acuerdo con el periódico, la Marina británica planea reemplazar al buque militar estadounidense 'Dwight D. Eisenhower', que ha patrullado la zona, tras su regreso a la patria. Esos planes se desarrollan en medio de la intensificación de la actividad del grupo rebelde, que la semana pasada afirmó que había atacado al petrolero británico Marlin Luanda, que terminó incendiado, y "en el marco de la respuesta a la agresión británico-estadounidense" contra Yemen.
A su vez, Mohamed Al Atifi, ministro de Defensa del Gobierno hutí, afirmó que el grupo está preparado para un enfrentamiento a largo plazo con Washington y Londres en la zona, donde las tensiones están aumentando al tenor del actual conflicto entre Israel y Hamás.
"La Dirección Revolucionaria y el Consejo Político Supremo han dado todos los pasos, bien estudiados, tanto cercanos como lejanos, y estamos preparados para una confrontación a largo plazo con las fuerzas de la tiranía", expresó el dirigente militar yemení. "Los estadounidenses, los británicos y los que se coordinan con ellos deben darse cuenta de la fuerza de la decisión soberana yemení y de que no hay debate ni disputa sobre ella", agregó.
El incremento de los ataques de los hutíes contra los cargueros y buques cisterna que navegan por los mares Rojo y de Arabia obligó a muchas navieras a suspender las operaciones en la zona, o a modificar las rutas, para evitar el paso por las proximidades de las costas yemeníes. Una ruta más segura, en torno al cabo de Buena Esperanza, sale más costosa y alarga los viajes, al suponer miles de kilómetros adicionales en los trayectos entre Europa y Asia.
Desde el 11 de enero, EE.UU. y sus aliados están lanzando regularmente ataques contra las instalaciones militares de los hutíes en Yemen.