nsa de Rusia, Serguéi Shoigú.
En su informe sobre la ofensiva del Ejército ruso en la zona, el corresponsal del medio, Ígor Zdánov, ha destacado que "los últimos días han sido muy exitosos" en el frente de Donetsk. Junto con su equipo, el periodista avanzó hacia la línea de combate en los territorios recientemente liberados.
Cuando sale el sol, se abre un panorama chocante: hasta donde alcanza la vista se ve la tierra cubierta de cenizas, escombros y ruinas, de los edificios solo quedan ladrillos apilonados. En lugar reina una total destrucción y devastación. Lo que antes era un espacio lleno de vida, ahora parece ser una ciudad fantasma.
"Márinka o, más precisamente, lo que queda de ella es un ejemplo de la destrucción más terrible. La ciudad está prácticamente irreconocible. Es imposible determinar qué eran sus edificios antes sin consultar el mapa", señala el corresponsal, agregando que en las afueras de la urbe aún se siguen librando combates.
De acuerdo con sus palabras, a pesar de que Moscú haya anunciado la liberación de Márinka, aún falta mucho tiempo para que Rusia pueda empezar a planear cómo reconstruir ese lugar. Mientras tanto, "las tropas rusas ya han comenzado a luchar con las posiciones en el bosque y puntos fortificados en las afueras de la ciudad".
Zdánov indica que "la ciudad en sí no es segura en absoluto" y cualquier actividad que tenga lugar a la luz del día puede llamar la atención de los drones ucranianos que sobrevuelan la zona patrullando el cielo. Sin embargo, las Fuerzas Armadas de Ucrania "están agotadas" tras el fracaso de su contraofensiva, mientras Rusia sigue avanzando.
"Defendieron esta zona durante mucho tiempo. Resistieron en cada sótano", explicó un soldado ruso durante el reportaje. "Aunque, lo más probable es que detrás de ellos hubiera fuerzas antirretroceso. Por eso parecían estar manteniendo sus posiciones. Parece que todo terminará pronto. El enemigo se ha debilitado y, aparentemente, ya no cree en la victoria", concluyó.
El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, anunció este lunes durante una reunión con el presidente Vladímir Putin que las tropas rusas liberaron completamente la ciudad de Márinka. Al respecto, el mandatario ruso declaró que la toma de esta zona fortificada permitirá extender la ofensiva del Ejército ruso.
En sus declaraciones, Shoigú agregó que Márinka fue ampliamente utilizada por el régimen de Kiev con fines militares. A lo largo de casi nueve años, esta localidad sirvió como cabeza de lanza para atacar Donetsk. Shoigú señaló que la liberación llevó mucho tiempo, porque el Ejército ucraniano había convertido el área en un punto fortificado. "De hecho, en cada calle [fueron establecidas] instalaciones bien fortificadas y bastante bien protegidas de todos los ataques, tanto desde el aire como de artillería de campo; puestos de fuego a largo plazo y un sistema complejo de comunicaciones subterráneas", señaló.
Durante la reunión, Putin solicitó que se les dé una promoción anticipada a los efectivos que se distinguieron en los combates por Márinka. Entre ellos, está Alexánder Troshin, un primer teniente que destruyó cinco tanques enemigos y más de veinte blindados.