El Papa Francisco, en su última oración dominical del año, deseó a todos los fieles un feliz Año Nuevo y rezó, entre otras cosas, por el bienestar de las personas que se enfrentan a conflictos bélicos.
Recordó al "atormentado pueblo ucraniano, a los pueblos palestino e israelí, al pueblo sudanés y a tantos otros", así como las tragedias de Nigeria y Liberia.
"Al final del año, tengamos el valor de preguntarnos: "¿Cuántas vidas han sido destrozadas por los conflictos armados? ¿Cuántos muertos? Y cuánta destrucción, cuánto sufrimiento... ¡cuánta pobreza!", exclamó el Papa.
"¡Que los que tienen intereses en los conflictos escuchen la voz de la conciencia!", instó.