Desde el diluvio hasta la dispersión de babel
El diluvio, duró un total de un año y diez días. Siete meses desde que Noé entró en el arca, hasta que ésta reposó en el Monte de Ararat, y cinco meses con diez días antes que el patriarca recibiese instrucciones para salir de ella. El primer acto de Noé al salir del arca, fue ofrecer un gran holocausto al Señor. La fragancia y el espíritu de la ofrenda agradaron a Dios, y Él hizo un pacto con Noé, que ningún otro diluvio destruiría la tierra, y que todas las cosas estarían sujetas a Noé, como a Adán en el principio. Y Dios bendijo a Noé y a sus hijos, y les instruyó para que "llenasen la tierra". Por primera vez, la carne de animales fue permitida como alimento, y el concepto sagrado de la vida se hizo notar por la institución de la pena capital. Aquellos que derramaran sangre de hombre, por el hombre su
sangre sería derramada. Como señal de las pro- mesas del pacto Dios colocó en el cielo el arco iris, una señal de Su pacto con toda carne "por siglos perpetuos".
De este modo la raza tuvo un nuevo comienzo, con la institución del gobierno humano, siendo el hombre ahora responsable de gobernar el mundo para Dios. Los hijos de Noé, por los cuales el mundo había de ser repoblado, empezaron a cumplir la comisión dada por Dios de "llenar la tierra", conociendo a Dios como castigador de los malos y salvador de los que creen. Ellos habían visto obrar tanto el pecado como la gracia en el mundo, para profundizar su temor y fe; su obligación era servir, adorar y obedecer a Dios. Pero no pasó mucho tiempo antes que ellos vieran abundar la maldad, y los hombres y las naciones en renovada enemistad con Dios y con Su propósito en la tierra. Los tres hijos de Noé fueron Sem, Cam y Jafet de los que leemos: "Y de ellos fue llena toda la tierra" o repoblada.
Con espíritu profético, Noé asigna a sus tres hijos y a sus descendientes respectivos, los galardones y los castigos de sus respectivos hechos y caracteres.
Cam sería una raza servil. Los descendientes de Sem habrían de ser bendecidos; Dios habría de morar en sus tiendas, y los Cánaneos llegarían a ser sus siervos. El engrandecimiento habría de ser la porción de Jafet. La historia confirma el cumplimiento de esta profecía. Vea el Estudio IV, también la tabla de la repoblación de la tierra en la última página de este "Panorama Bíblico".
La repoblación de la tierra, por medio de las familias de los hijos de Noé no se llevó a cabo como Dios lo había propuesto, por medios obedientes y naturales. Era la voluntad de Dios que los hombres se dispersaran sobre la tierra, porque "Dios creó la tierra para que fuese habitada." Pero en vez de la voluntad de Dios, la voluntad propia, siempre en enemistad contra Dios, se levantó otra vez en la tierra, y los hombres, con orgullo impío, y el deseo egoísta de alcanzar renombre, con él fin de vencer el propósito de Dios acerca de la dispersión, se congregaron en el llano de Sinar, y conspiraron para edificar una ciudad y una gran torre, y hacerse de renombre. Hicieron de este proyecto impío su meta para impedir su separación y su esparcimiento, y el sometimiento a las dificultades de la vida de pioneros.
Ante el desagrado del constante desafío de las criaturas a su Creador, Dios confundió las lenguas de los
edificadores. Hasta este tiempo, leemos, la tierra tenía un solo idioma, pero ahora los hombres comenzaron a hablar en varios idiomas. Este fue el método de Dios para obligar a los hombres a separarse los unos de los otros, los que hablaban cierto idioma partían con aquellos que les entendían. "Y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra" (Gen. 11:9). Actualmente es un hecho establecido que los varios idiomas existentes pertenecen a tres grandes grupos: los Arios, los Semitas y los Turnios, correspondiendo ampliamente a los tres hijos de Noé: Jafet, Sem y Cam.
Así terminó la tercera dispensación (gobierno humano) con juicio: la Dispersión de Babel.
Y se acordó Dios de Noé, y de todos los animales, y de todas las bestias que estaban con él en el arca; e hizo pasar Dios un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas. Y se cerraron las fuentes del abismo y las cataratas de los cielos; y la lluvia de los cielos fue detenida... Y reposó el arca... sobre los montes de Ararat. Gen. 8:1-4.
Dios Entonces habló a Noé, diciendo: Sal del arca tú, y tu mujer, y tus hijos, y las mujeres de tus hijos contigo.
Todos los animales... sacarás contigo; y vayan por la tierra y fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra...
Entonces salió Noé, y sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos con él. Todos los animales, y todo reptil y toda ave... Y edificó Noé un altar a Jehová y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar. Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; ... Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega; el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche. Gen. 8:15-22.
La Institución del Gobierno Humano.
Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra. El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados... Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre. El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre. Gen. 9.1-6.
El Pacto de Dios con Noé.
Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él, diciendo: He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros... y no exterminaré ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra. Gen. 9:8-11.
El Arco Iris como Señal.
Y dijo Dios: Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos: Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mi y la tierra.
Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en la tierra. Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mi y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne. Gen. 9:12-15.
Repoblación de la Tierra.
La dispensación Postdiluviana (después del diluvio).
Y los hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Cam y Jafet; y Cam es el padre de Canaán.
Estos tres son los hijos de Noé, y de ellos FUE LLENA TODA LA TIERRA. Gen. 9:18-19.
La Vergüenza de Noé y el Pecado de Cam.
Después comenzó Noé a labrar la tierra, y plantó una viña; y bebió el vino y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda. Y Cam, padre de Canaán, vio la desnudez de su padre, y lo dijo a sus dos hermanos que estaban afuera. Entonces Sem y Jafet tomaron la ropa, y la pusieron sobre sus propios hombros, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre, teniendo vueltos sus rostros, y así no vieron la desnudez de su padre. Gen. 9:20-23.
Mensaje Profético de Noé.
Y despertó Noé... y dijo: Maldito sea Canaán; Siervo de siervos será a sus hermanos... Bendito por Jehová mi Dios sea Sem, y sea Canaán su siervo. Engrandezca Dios a Jafet, y habite en las tiendas de Sem, y sea Canaán su siervo. Gen. 9:24-27.
Estas son las generaciones de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, a quienes nacieron hijos después del diluvio.
LOS HIJOS DE JAFET: Gomer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mesec y Tiras.
LOS HIJOS DE CAM: Cus, Mizraim, Fut y Canaán.
LOS HIJOS DE SEM: Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram.
Y Canaán (hijo de Cam) engendró a Sidón, a Het, al jebuseo, al amorreo, al gergeseo, al heveo, al araceo, al sineo... y después se dispersaron las familias de los cananeos. Gen. cap. 10.
La Torre de Babel.
Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cosámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla.
Y dijeron: Vamos, hagamos ladrillo y cosámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla.
Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de la tierra. Gen. 11:1-4.
La Confusión de las lenguas.
(El origen de las lenguas y las naciones.)
Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Gen. 11:5-7.
La Dispersión.
Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por eso fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra... B Gen. 11:8-9.