Israel tendrá que enfrentarse a las consecuencias de sus inhumanos crímenes en la Franja de Gaza, según la declaración final del Consejo de Seguridad turco tras su reunión celebrada este 29 de noviembre.
"Tarde o temprano Israel tendrá que afrontar las consecuencias de los inhumanos crímenes cometidos en Gaza, que han pasado a la historia como una mancha negra. Es responsabilidad de toda la comunidad internacional detener de inmediato los ataques destinados a la aniquilación total de los civiles inocentes", señala el comunicado.
El Consejo de Seguridad destacó que Ankara seguirá tomando todo tipo de iniciativas a este respecto.
"Se recuerda a la Administración israelí y a quienes apoyan la masacre que, si estos actos atroces no se detienen de inmediato, podrían desencadenar una espiral de violencia cuyas consecuencias durarán generaciones y extenderse más allá de la región", resaltó.
Además, el Consejo de Seguridad de Turquía recordó que "una paz duradera solo puede ser posible mediante el establecimiento de un Estado palestino independiente, soberano y geográficamente integrado con Jerusalén Este como su capital dentro de las fronteras de 1967".
El ministro de Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, criticó al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por no haber tomado medidas efectivas para reducir la situación en la Franja de Gaza y haber "fallado una y otra vez en su responsabilidad de garantizar la paz y la seguridad internacionales".
"No pudo declarar un alto el fuego por unanimidad. Además, no puede ofrecer un remedio para las injusticias históricas que los palestinos han sufrido durante decenios. Esta parálisis seguramente empeorará durante nuevas crisis y reducirá el nivel de confianza de la humanidad en el Consejo de Seguridad", dijo Fidan en la reunión del Consejo de Seguridad.
El canciller calificó de crímenes de guerra las acciones de Israel en el enclave y destacó la importancia de "asegurarse" de la creación de un Estado palestino.
La nueva espiral del conflicto palestino-israelí, desatada con el ataque sorpresa que el movimiento palestino Hamás lanzó el pasado 7 de octubre, ha causado hasta la fecha unos 1.200 muertos y cerca de 5.500 heridos en Israel y más de 16.000 muertos y 36.000 heridos en Gaza, según los últimos datos oficiales.
El 24 de noviembre entró en vigor una tregua humanitaria de cuatro días que Israel y Hamás pactaron con la mediación de Catar, tras siete semanas de hostilidades, y que fue prorrogada el pasado lunes por dos días más.
En los primeros cuatro días del armisticio se canjearon 50 rehenes israelíes, en su mayoría mujeres y niños, por 150 presos palestinos sin delitos de sangre, y se reanudó el flujo de ayuda humanitaria, suministros médicos y combustible a la Franja de Gaza.
Numerosos países llamaron a Israel y Hamás a establecer un alto el fuego; también se multiplican las voces a favor de una solución de dos Estados como única vía posible para lograr una paz duradera en la región.