Seyed Abas Musavi ha reaccionado este sábado a los comentarios del embajador israelí en Azerbaiyán, George Deek, quien en una entrevista concedida a la agencia APA acusó a la República Islámica de Irán de planear y preparar la ofensiva sorpresa ‘Tormenta de Al-Aqsa’, lanzada el pasado 7 de octubre por el movimiento palestino HAMAS, contra Israel.
El diplomático israelí afirmó que Irán prefiere no entrar en un combate directo con Israel, y manda a “sus representantes” en Irak, Siria, Yemen y El Líbano a combatir con el ejército israelí, “tal vez porque tienen miedo”, añadió. “¿Puede esta guerra escalar? Depende de ellos. No lo intensificaremos, pero si lo hacen, estamos preparados”, adujo Deek.
Musavi, a su vez, ha minimizado las afirmaciones del embajador israelí, enfatizando que Israel “es más frágil que una tela de araña”. “En esta etapa, solo los valientes combatientes de HAMAS son suficiente para ustedes. Son más débil que una tela de araña. Recuerden, si un día Irán interviene [en el conflicto], serán enterrados esta vez en el Mediterráneo, en lugar del río Nilo. No tienen escapatoria”, ha avisado el diplomático persa.
Ha señalado que el mundo entero se opone a la entidad sionista y sus políticas racistas. “El pueblo musulmán y valiente […] de Azerbaiyán, al igual que otros pueblos del mundo, odia a los ocupantes racistas”, asevera Musavi.
Irán ha negado las acusaciones israelíes que lo vinculan con la operación Tormenta de Al-Aqsa, una ofensiva sin precedentes que causó más de un millar de bajas en el lado israelí y derrumbó el mito de invencibilidad del ejército israelí.
Las autoridades iraníes aseguran que el operativo fue 100 % palestino y avisan que el conflicto se extenderá si Israel no cesa los ataques indiscriminados a la Franja de Gaza, donde ha matado a al menos 9200 personas.