El Gobierno británico ha acordado nuevas directrices para las escuelas que permitirán a los niños hacer una "transición social" con el consentimiento de sus padres, lo que significa que podrán elegir otro pronombre o nombre y llevar un uniforme del sexo opuesto. Se espera que las orientaciones se publiquen la próxima semana, informa The Times.
Sin embargo, se aclara que solo será posible hacerlo "en circunstancias limitadas" y con las "salvaguardias adecuadas". Además, una fuente gubernamental afirma que habrá una "presunción en contra" de la "transición social".
Por otra parte, la guía establece explícitamente que no se debe "obligar" a los maestros a dirigirse a los niños con el pronombre elegido si tienen una objeción de "buena fe".
Tras un año de disputas sobre hasta dónde debían llegar las directrices en materia de transexualidad y si eran necesarias nuevas leyes, los funcionarios descartaron la prohibición total de la "transición social" en las escuelas, concluyendo que de todos modos resultaría inviable, informó Daily Mail.
No obstante, se ordenará a las escuelas que cumplan la legislación vigente, incluida la Ley de Igualdad, y que proporcionen baños, vestuarios y salas de deporte separados para chicos y chicas.
Las escuelas también tendrán que informar a los padres si sus hijos dicen al personal que quieren cambiar su identidad de género, ya que ahora muchos establecimientos educativos no lo hacen.
Según una encuesta realizada en marzo por la organización benéfica Just Like Us, el 55 % de los profesores ingleses afirma tener al menos un alumno transexual. Mientras que entre los profesores de secundaria, la cifra alcanza el 87 %.
En octubre, el primer ministro británico, Rishi Sunak, expresó su opinión sobre la cuestión de género, desatando críticas entre los activistas de la comunidad LGBT. "No deberían intimidarnos haciéndonos creer que la gente puede ser del sexo que quiera ser. No pueden. Un hombre es un hombre y una mujer es una mujer, es sentido común", declaró el político.