Israel no tiene a nadie a quien culpar, sino a sí mismo por el estallido de la operación palestina en represalia de agresiones de fuerzas y colonos israelíes.
“Hemos estado advirtiendo una y otra vez… todo va a estallar y todos van a pagar un precio… Y desafortunadamente, eso es exactamente lo que sucedió”, ha declarado este domingo Ofer Cassif, miembro del parlamento israelí, en una entrevista con el canal de televisión Al Jazeera.
Cassif ha admitido que el régimen de Israel es culpable en esta guerra y ha agregado que la ocupación ilegal del territorio palestino ha sido un detonante en la explosión de la situación.
El diputado del partido comunista, que tiene cuatro escaños en el parlamento israelí, ha tachado a Israel de “fascista” que “apoya, alienta y dirige pogromos contra los palestinos”.
“Se está produciendo una limpieza étnica. Era obvio que estaba escrito en la pared, escrito con la sangre de los palestinos”, ha manifestado el legislador israelí, en alusión a los planes del extremista gabinete del primer ministro Benjamín Netanyahu, encaminados a borrar toda huella palestina de la tierra ocupada de Palestina.
El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) lanzó el sábado un operativo sin precedentes llamado ‘Tormenta de Al-Aqsa’ con el disparo de varios millares de cohetes desde Gaza hacia los asentamientos y ciudades israelíes. En paralelo, inició la infiltración por aire, mar y tierra de decenas de combatientes palestinos en zonas ocupadas de Palestina, pobladas por colonos israelíes.
Tras el inicio la operación palestina, el ejército israelí empezó una ofensiva aérea contra la Franja de Gaza, apuntando principalmente edificios residenciales; en consecuencia, al menos 370 palestinos han muerto y más de 2200 han resultado heridos.