Continúan en EE.UU. las manifestaciones de apoyo a Palestina en lo que corresponde a la primera semana desde el inicio de la operación Tormenta de Al-Aqsa.
Cientos de miles de ciudadanos salen a las calles para denunciar las atrocidades de la entidad sionista, pero también exigiendo el cese de la asistencia militar y económica de Washington a Tel Aviv.
En la misma línea, muchos apuntan a los medios de comunicación occidentales como agentes de la narrativa sionista a través del así llamado “Fake News”.
Por ejemplo, estos medios de comunicación con capitales sionistas difunden información falsa sobre supuestas masacres que nunca ocurrieron. Incluso, otros medios estadounidenses utilizan videos de Siria y otras zonas de conflicto, aduciendo que se trata de Palestina. Todo ello, en el intento de implantar una narrativa favorable a la entidad sionista.
Irak, Afganistán, Siria y ahora Palestina. Raramente, el ciudadano de a pie tiene acceso a información crucial para la formación de una opinión pública acorde y coherente con los eventos. En este sentido, los grandes medios de comunicación occidentales emplean a estos medios como instrumentos en una guerra de la información a través de la censura y la tergiversación.
Así, se presenta a los agresores como víctimas y a los agredidos como victimarios, cuando en realidad es completamente lo opuesto, así como el rol cómplice de Estados Unidos en el tema.