El primer ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, ha llamado a poner fin a la "odiosa ocupación" israelí de los territorios palestinos y a "detener el sufrimiento del pueblo palestino". El mandatario ha pronunciado estas palabras este sábado durante su discurso en la cumbre de la capital egipcia, El Cairo, sobre el conflicto entre Israel y Hamás. Además, ha destacado que si Israel "continúa violando las leyes, incluidas las de la guerra", esto llevará a "la propagación del conflicto a nivel regional" y "afectará la seguridad internacional".
El político iraquí ha enfatizado que la actual escalda del conflicto palestino-israelí "amenaza el suministro de energía a los mercados globales, multiplica las crisis económicas globales y abre la puerta a conflictos más profundos y más amplios".
Además, el primer ministro iraquí ha recordado que Israel "continúa violando" varios convenios de Ginebra, incluido el que brinda protección a los civiles en los territorios ocupados, pactos internacionales de derechos humanos y civiles, así como múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU relacionadas con el tema palestino.
"Si se hubieran respetado las resoluciones internacionales y los organismos internacionales hubieran asumido sus responsabilidades, la cuestión palestina no habría llegado a estas trágicas condiciones", ha aseverado Al-Sudani, y ha subrayado que Irak rechaza enérgicamente los intentos de vaciar la Franja de Gaza, ya que "no hay lugar para los palestinos excepto sus tierras".
En este contexto, el primer ministro iraquí destacó "la necesidad de un alto el fuego inmediato, la apertura de los cruces fronterizos, el permiso a la entrada de ayuda humanitaria y material de socorro, y un trabajo posterior para garantizar un intercambio seguro y completo de prisioneros y detenidos". "Se deben hacer esfuerzos para levantar completamente el asedio a la Franja de Gaza para garantizar que la tragedia no se repita", ha añadido.
Al concluir su discurso, Al-Sudani ha indicado que "la legitimidad internacional, y con ella todos los pueblos libres, todavía exige un Estado palestino con Jerusalén como su capital, no desgarrado por los asentamientos ni humillado por los cruces y las políticas de hambre". Reiteró que lo de "seguir ignorando los derechos legítimos del pueblo palestino solo produce más violencia y extremismo, y más inestabilidad en la región".