Científicos del Servicio Geológico de EE.UU. (USGS) descubrieron que las aguas subterráneas del país son cada vez más saladas, lo que puede tener consecuencias negativas para la salud humana, la vida de los organismos acuáticos y la infraestructura.
Los resultados del estudio fueron presentados este miércoles en la reunión GSA Connects 2023 de la Sociedad Geológica de EE.UU. Desde 1992 y cada diez años, los científicos tomaron muestras de agua en zonas residenciales, urbanas y agrícolas, y tras el último muestreo compararon la concentración de 28 componentes. Los resultados de los análisis mostraron que en treinta años el nivel de iones de sodio y cloro y de materia sólida disuelta había aumentado considerablemente.
"Si analizamos los 28 componentes de las 82 redes, los sólidos disueltos, el cloruro y el sodio aumentaron de forma estadísticamente significativa con más frecuencia que cualquier otro componente de nuestra lista", afirma Bruce Lindsey, hidrólogo del USGS. El especialista indica que "si se mira el mapa, enseguida se ven patrones" de cuáles son las regiones del país donde se da esta tendencia negativa.
Lindsey señala que los niveles más altos de sal en el agua se aprecian en las regiones frías, donde se esparce sal en las carreteras para derretir la nieve, y en las zonas secas, donde el agua se evapora rápidamente, lo que genera una mayor concentración de sal en el suelo.
Los científicos señalan que el aumento de la salinidad del agua puede causar una serie de problemas, en particular, afectar negativamente a la salud humana al acumular elementos nocivos para el organismo, como el radio, y también puede alterar el equilibrio del ecosistema al modificar las condiciones de vida de los organismos acuáticos. Además, las altas concentraciones de sodio, cloro y sólidos disueltos pueden provocar daños en diversas infraestructuras, como la corrosión de tuberías.