Rusia no se sirve de las armas nucleares como amenaza ni planea ser el primero en utilizar este tipo de armamento, aunque el amenaza de una guerra nuclear es cada vez más evidente, ha declarado el presidente ruso, Vladímir Putin.
Durante una reunión con los miembros del Consejo sobre el Desarrollo de la Sociedad Civil y los Derechos Humanos, el mandatario señaló que el arsenal nuclear ruso se encuentra en un estado más avanzado que el de cualquier otro país.
"No estamos locos, somos conscientes de lo que significan las armas nucleares... No vamos a blandirlas como una navaja de afeitar, corriendo por el mundo, pero desde luego partimos de que las hay: son un factor disuasorio natural", dijo el presidente ruso.
Putin reconoció que la amenaza de una guerra nuclear "está creciendo", si bien recordó que Moscú ve las armas nucleares como un "medio de defensa" y "como la posibilidad de un ataque de represalia".
En este sentido, el presidente subrayó que Rusia defenderá a sus aliados con todos los medios disponibles en caso de que fuera necesario.
Por otra parte, el jefe de Estado también acentuó que un gran número de armas nucleares tácticas estadounidenses se encuentran en Europa, mientras que Rusia no comparte sus armas con otros países.
Abordando el transcurso del operativo en Ucrania, Putin aseguró que "a día de hoy no hay ninguna necesidad" de realizar nuevas olas de movilización. El presidente comunicó que 150.000 de los 300.000 movilizados aún se encuentran en los campos de entrenamiento del Ministerio de Defensa y forman parte de la reserva de combate. Mientras, 77.000 de los 150.000 restantes que fueron enviados a la zona del operativo, se encuentran en unidades que participan en combates.
Por otra parte, el mandatario admitió que "hubo problemas" en la zona del operativo y que "pueden surgir en cualquier momento y lugar", por lo que hay que analizarlos y contar con canales de retroalimentación.
Además, señaló que el operativo puede ser "un proceso prolongado", al tiempo que calificó de "resultado significativo" la adhesión de nuevos territorios con millones de habitantes para Rusia.
El presidente explicó que a Rusia no le dejaron otra opción para resolver el problema del Donbass que mediante el operativo militar especial.
"[La operación militar especial] sólo surgió porque ya no nos dejaron otra posibilidad de resolver la situación pacíficamente, y era sencillamente imposible continuar en el estado en que se encontraban las cosas", resaltó el mandatario en una reunión con miembros del Consejo sobre el Desarrollo de la Sociedad Civil y los Derechos Humanos.
En este sentido, reiteró que los combates en Donbass no los desencadenó Rusia. "La guerra no la empezamos nosotros, sino que en 2014, tras el golpe de Estado en Ucrania, la empezaron las autoridades ucranianas […] para suprimir la voluntad de los ciudadanos que viven en Donbass", acentuó.
Paralelamente, recordó que Occidente llevaba muchos años ignorando los intereses de la gente del Donbass y los intentos de Rusia de defenderlos. "Todas nuestras demandas han sido atendidas sin otra respuesta que escupirnos a la cara. Esta es una forma oculta de rusofobia", denunció.
En esta línea, denunció que ni Occidente y ni las organizaciones de derechos humanos creadas allí pueden no estar al tanto de que Ucrania lanza constantes ataques contra zonas residenciales en las repúblicas de Donbass. "Nadie puede ignorarlo, todo el mundo calla como si no pasara nada. Y esto es terrible", lamentó.
"Para ellos, las personas no tienen ninguna importancia. No es que consideren a esa gente de segunda clase, consideran a Rusia como un país de segunda categoría que no tiene derecho a existir. Este es el problema al que nos enfrentamos hoy en día y ya desde hace mucho tiempo en nuestra historia", recalcó el mandatario.
Paralelamente, Putin aseveró que la mayoría de las entidades occidentales de DD.HH. fueron creadas, no para cumplir con sus metas iniciales, sino como "una herramienta de influencia sobre la política interior de Rusia y otros países de la antigua URSS".
El mandatario acentuó que la comunidad internacional hizo la vista gorda ante la violación de los derechos de la población en Donbass y solo "despertó" tras el inicio del operativo ruso. En este sentido, se refirió al Consejo de DD.HH. de la ONU y al Consejo de Europa, entre otras organizaciones, que desde 2014 hacían "como si todos fueran sordos y ciegos a la vez" respecto al conflicto en Ucrania.
En este sentido, subrayó que la doctrina de los DD.HH. se usa para "destruir la soberanía de Estados" y para justificar "el dominio occidental" a nivel político, económico e ideológico.
El jefe de Estado aseveró que en el contexto del conflicto en Ucrania grupos nacionalistas en Polonia "duermen y sueñan" con retomar el control de los territorios occidentales de Ucrania que Kiev recibió por decisión del líder soviético Iósif Stalin tras la Segunda Guerra Mundial.