El Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM, por sus siglas en inglés) envió aviones de combate en dirección a Irán tras recibir información de que Teherán estaba preparando un ataque "inminente" contra Arabia Saudita, informó este sábado The Washington Post.
De acuerdo a las fuentes del periódico, el CENTCOM envió aviones de combate con base en la región del golfo Pérsico hacia Irán como parte de un estado general de alerta máxima de las fuerzas estadounidenses y sauditas. El país norteamericano mantiene importantes activos aéreos en la región, incluidos cazas F-22.
La resolución fue, según el medio, la confirmación de que la Administración de Joe Biden estaría buscando salvar las deterioradas relaciones entre Washington y Riad, luego de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo Plus (OPEP+), liderada por Arabia Saudita, aprobara a principios de octubre recortar la producción de petróleo en 2 millones de barriles diarios.
"¿Estamos rompiendo la relación? No", afirmó un alto funcionario de la Casa Blanca bajo condición de anonimato, citado por The Washington Post. "Tuvimos un desacuerdo fundamental sobre el estado del mercado petrolero y la economía global, y estamos revisando lo que sucedió", destacó. "Pero tenemos importantes intereses en juego en esta relación", agregó.
Esta semana The Wall Street Journal informó que Arabia Saudita proporcionó datos de su inteligencia a EE.UU., advirtiendo a su aliado sobre un posible ataque iraní contra varios objetivos en el reino.
Refiriéndose a oficiales sauditas, el periódico publicó que Irán tiene la intención de atacar tanto al reino como a la ciudad iraquí de Erbil, donde están estacionadas tropas estadounidenses.
Tras los anuncios del posible ataque, el secretario de prensa del Pentágono, Patrick Ryder, declaró que EE.UU. está "preocupado por la situación de amenaza" y se reserva "el derecho de protegerse y defenderse sin importar dónde estén sirviendo las fuerzas, ya sea en Irak o en otro lugar".
No obstante, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Nasser Kanani, negó tales acusaciones, señalando que la política exterior de su país "se basa en el respeto mutuo y los principios internacionales". Teherán "cree que la promoción de la estabilidad y la seguridad en la región requiere una mayor interacción con sus vecinos y tiene la intención de continuar seriamente en esta dirección", agregó.