Keren Areli Bocanegra Bustamante aparentaba ser una joven emprendedora y tranquila. Hija de un pastor evangélico y una familia dedicada al cristianismo y a la labor benéfica en favor de los más necesitados, dejó de lado sus creencias religiosas para estafar a más de 30 personas con el negocio millonario de la venta de huevos al por mayor. La joven de tan solo 24 años utilizó la cercanía de su progenitor para entablar relación con sus víctimas y ‘enamorarlos’ con las jugosas ganancias que tendrían a cambio de ayudarla con su ‘emprendimiento’.
Las víctimas le depositaron desde 200 hasta 5 mil soles (USD 1,500) pensando que, en medio de la crisis que vive el Perú, es una buena oportunidad para invertir en un negocio que a vistas era ‘redondo’.
“Ella se hace pasar como una niña inocente, finge llanto, manipula mentalmente a todas las personas que la rodean. Le cobras y el cuento que da ella es que invierte en su negocio fantasma de huevo y embutidos y que lava huevos, pero todo es mentira”, cuenta una de las jóvenes afectadas por esta mujer.