Los científicos advierten que la Isla Grande de Hawái debe estar preparada ante una eventual erupción del Mauna Loa, el mayor volcán activo del mundo, reportan medios locales.
Entre el pasado miércoles y jueves se han registrado 19 pequeños temblores en el volcán, todos de magnitud inferior a 3. El Observatorio Volcánico de Hawái precisó que esta actividad venga impulsada, probablemente, por "la renovación de la entrada de magma a tres kilómetros" bajo de la cumbre del volcán.
Este jueves, las autoridades celebraron una reunión comunitaria en la ciudad de Pahala para subrayar la importancia de mantenerse vigilantes ante la evolución de estos procesos, si bien destacaron que la erupción no es inminente.
El volcán constituye el 51 % de la masa terrestre de la isla de Hawái, por lo que una erupción afectaría a gran parte de la isla. Según los expertos, la lava tardaría pocas horas en llegar a las casas.
En particular, los habitantes del distrito de Ka'u corren el riego mayor. Si el volcán entra en erupción, probablemente quedará bloqueada la autopista 11, que es la única ruta de salida de la ciudad, por lo que la evacuación de unas 20.000 personas que viven en esa zona se complicaría enormemente.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés) comunicó que el volcán Mauna Loa está marcado en su sistema con una "advertencia amarilla", lo que significa estar preparado ante una eventual erupción.
La agencia de defensa civil de Hawái está celebrando reuniones en toda la isla para explicar a los residentes cómo prepararse para una posible emergencia, informó AP. Las autoridades recomiendan tener una "bolsa de viaje" con alimentos, identificar un lugar donde alojarse una vez que salgan de casa y hacer un plan para reunirse con los miembros de la familia.
Como explicó Andria Ellis, geofísica del USGS en el Observatorio Volcánico de Hawái, la estructura especial de Mauna Loa podría dejar a los residentes menos margen de tiempo para salir que cuando entró en erupción otro volcán local, el Kilauea, en 2018.
Las laderas del Mauna Loa son muy empinadas y, en caso de erupción, la lava puede bajar rápidamente a los lugares habitados. "Podríamos no tener ni ese día", subrayó la científica.