La misión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) fue testigo de ataques de armas pesadas este viernes, un día después de inspeccionar la central nuclear de Zaporozhie, según dijo a periodistas internacionales el jefe del equipo y director general del regulador, Rafael Grossi.
"Esta mañana la situación fue bastante difícil […]. Hubo momentos cuando los ataques eran obvios: fuego de ametralladoras pesadas, artillería, morteros dos o tres veces, fue muy preocupante para todos nosotros", dijo el funcionario antes de expresar su agradecimiento al personal de seguridad proporcionado por la ONU.
Grossi declaró que la integridad física de la central fue vulnerada varias veces, si bien admitió que resulta imposible, al menos de momento, confirmar si se debió a acciones casuales o deliberadas.
La misión inspeccionó los sistemas de emergencia, los generadores diesel, los sistemas de control de los bloques de generación y otros elementos, precisó Grossi.
Este lunes, el OIEA envió una misión de apoyo y asistencia a la central de Zaporozhie para "proteger la seguridad de la mayor instalación nuclear de Ucrania y de Europa". El jueves, la misión completó su primera inspección en la planta y anunció que establecerá una presencia continua en el lugar.
Paralelamente, el Ministerio de Defensa de Rusia denunció el jueves varios ataques ucranianos perpetrados contra la central nuclear. En particular, un ataque de artillería se saldó con al menos tres muertos y cinco heridos, incluido un niño, mientras que varios edificios residenciales resultaron dañados, incluidas dos guarderías, que se vieron afectadas por el fuego.
El pasado mes de agosto se intensificaron los ataques lanzados contra la planta nuclear de Zaporozhie por tropas ucranianas, con el objetivo de crear una zona de exclusión de hasta 30 kilómetros y de acusar a Rusia de terrorismo nuclear, según el Ministerio de Defensa de Rusia.
Paralelamente, no cesan las acusaciones de la parte ucraniana сontra el Ejército ruso por los ataques y el agravamiento de la situación. Sin embargo, Moscú ha dejado claro que sus militares no tienen ningún motivo para bombardear la central nuclear.