La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado este miércoles un octavo paquete de sanciones contra Rusia por sus acciones militares en Ucrania.
El paquete incluye nuevas prohibiciones de importación de productos rusos, que, según estimaciones, privarán a Moscú de 7.000 millones de euros (6.700 millones de dólares) adicionales en ingresos, y más prohibiciones de exportación de tecnología clave utilizada para el Ejército, como productos para la aviación, componentes electrónicos y sustancias químicas específicas, anunció Von der Leyen.
Además, las nuevas medidas anunciadas sentarán las bases legales para limitar el precio del petróleo de Rusia y prohibir a los ciudadanos de la Unión Europea ocupar puestos de altos ejecutivos en las empresas estatales rusas, agregó.
La presidenta de la Comisión Europea señaló que "algunos países en vías de desarrollo siguen necesitando algunos suministros de petróleo ruso, pero a precios bajos", y por lo tanto, los países del G7 se pusieron de acuerdo para introducir un tope al precio del crudo ruso.
El anuncio de la Comisión Europea también se produce luego de que los líderes de Lugansk y de las regiones de Jersón y Zaporozhie pidieran a Vladímir Putin la incorporación a Rusia tras la celebración de los referéndums sobre la adhesión, que transcurrieron del 23 al 27 de septiembre.
Los miembros del Grupo de los Siete (G7), formado por el Reino Unido, EE.UU., Francia, Alemania, Italia, Canadá y Japón, ya acordaron introducir topes a los precios del petróleo ruso el 2 de septiembre.
Desde el Kremlin advirtieron que Moscú enviará su crudo únicamente a los países que "operan bajo condiciones de mercado", y que los suministros que no vayan a las naciones que apoyen límites a los precios se dirigirán a "destinos alternativos".