La peligrosa tormenta invernal con fuertes vientos y hielo dejó el sábado sin electricidad a las 120 000 personas en la costa este y más de 600 individuos en otros estados del noreste del país norteamericano, como Nueva York, donde el temporal ha dejado 48 centímetros de nieve.
La tormenta ha derribado árboles y vallas cubriendo las carreteras con un esmalte helado. Las ráfagas de viento han superado los 97 kilómetros por hora en algunas regiones. “Atrinchérense durante 24 horas, y en algún momento mañana, usted podrá volver a salir y reanudar algunas de sus actividades normales”, advirtió a la población el director interino de gestión de emergencias de Rhode Island, Tom Guthlein.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, unos 19 millones estadounidenses estaban el sábado bajo alerta meteorológica invernal en seis estados del país.
Las autoridades se vieron obligadas a cancelar más de 3500 vuelos en la mayoría de las ciudades de la costa este. El aeropuerto neoyorquino de La Guardia suspendió el 98 % de sus vuelos programados para el sábado. El aeropuerto internacional JFK de Nueva York canceló el 80 % de los vuelos, mientras que el aeropuerto Newark Liberty de la Nueva Jersey hizo lo mismo con el 90 %, y el Aeropuerto Internacional Logan de Boston con el 91 % de todos los vuelos.
La cadena local CNN ha informado que la tormenta afectará este domingo a 75 millones de personas desde el sureste hasta Nueva Inglaterra (noreste), advirtiendo que la intensidad de vientos se acerca a la de un huracán con “nevadas peligrosamente fuertes”.
