"El primer ministro refirió en detalle las acciones provocadoras y agresivas que cometieron las fuerzas armadas de Azerbaiyán contra el territorio soberano de Armenia. Raisi declaró que una nueva guerra en la región del Cáucaso del Sur es inaceptable y que Irán sigue atentamente el desarrollo de los acontecimientos", informó la oficina de prensa del Gabinete armenio.
Raisi subrayó que los conflictos en la región deben solucionarse de forma pacífica y que Irán ocupa una posición clara respecto a la integridad territorial de los Estados.
"El presidente de Irán recordó las palabras del líder supremo de la Revolución Islámica, el ayatolá Jamenei, de que los vínculos entre Irán y Armenia no pueden ponerse en peligro y que las comunicaciones deben estar bajo la soberanía de los Estados", dice el comunicado.
Raisi subrayó que su país está preparado para respaldar el proceso de recuperación de la paz en la región y agregó que a Irán le importa la seguridad de Armenia.
En la noche del 12 al 13 de septiembre, los militares de Armenia y Azerbaiyán se acusaron mutuamente de haber atacado sus posiciones recíprocas en la frontera y reconocieron haber sufrido bajas en estos enfrentamientos.
Armenia ya solicitó el apoyo de Rusia en el marco del Tratado de Amistad, Cooperación y Ayuda Recíproca; también apeló a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) y al Consejo de Seguridad de la ONU en busca de una "reacción adecuada".
Hace casi dos años, ambas naciones del Cáucaso Sur volvieron a protagonizar una guerra de seis semanas en Nagorno Karabaj, región de población mayoritariamente armenia y foco de un conflicto intermitente tras su secesión en 1988 de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
Las hostilidades a gran escala, que causaron miles de muertos, cesaron en noviembre de 2020 en virtud de una declaración adoptada por los líderes de Armenia, Azerbaiyán y Rusia.