El decreto, que ya ha entrado en vigor, también establece la disolución del actual Consejo Soberano, la constitución de un Consejo Soberano provisional y la convocatoria del capítulo general extraordinario para el próximo 25 de enero.
Francisco indica que la mencionada orden "siempre ha gozado de una especial protección por parte de la Sede Apostólica", detallando que a lo largo de los siglos los distintos papas "han intervenido para afirmar su identidad, para mantener su funcionamiento, para ayudar a superar las crisis, así como para garantizar la existencia y el desarrollo de la orden hierosolomítica, también en sus prerrogativas de soberanía en el ámbito internacional".
Asimismo, señala que, si bien aprecia las obras que la orden ha realizado en distintas partes del mundo, así como la "generosa contribución" de sus miembros y voluntarios, cree que es necesario iniciar una "profunda renovación espiritual, moral e institucional de toda la orden", tanto de los miembros de primera clase como de los de segunda.
El papa ha encomendado a su delegado especial, el cardenal Silvano Maria Tomas, esta "importante obra de reforma", así como la revisión de la Carta Constitucional y del Código Melitense y la preparación, junto con Fray John Dunlap, lugarteniente de gran maestre, del capítulo general extraordinario.
"Son muchos los pasos que se han dado", explicó, en este sentido, el papa Francisco. "Pero igual de numerosos han sido los impedimentos y las dificultades que se han encontrado en el camino", agregó, sin dar más detalles.
Por su parte, Dunlap, que también es el jefe del gobierno provisional de la Orden de Malta, dio las gracias al pontífice por sus "acciones paternales". "El papa ha marcado un rumbo que promete asegurar el futuro de la orden tanto como instituto religioso como entidad soberana", aseveró en un comunicado.
