La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, declaró este martes, citada por la prensa local, que su Gobierno cree que las fugas son el resultado de "acciones deliberadas" y no "de un accidente". "Todavía no hay información que indique quién puede estar detrás de esta acción", añadió.
Por su parte, el ministro de Energía, Dan Jorgensen, subrayó que el tamaño de las oquedades en las tuberías afectadas indica que las fugas no pudieron haber sido causadas por un hecho accidental, como, por ejemplo, el golpe de un ancla.
La primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson, coincidió en señalar que las fugas se produjeron "muy probablemente" debido a "un acto de sabotaje". En cuanto a la canciller sueca, Ann Linde, resaltó que las fugas fueron el resultado de "detonaciones".
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó de "inédita" la situación creada en torno a los daños de la infraestructura submarina de los gasoductos e instó a abrir una "investigación urgente".
Interpelado sobre si Moscú considera un posible sabotaje como causa de las emergencias, el vocero enfatizó que, por el momento, no se puede descartar ninguna opción.
Las noticias sobre las fugas no tardaron de generar todo tipo de reacciones. "Como decimos en polaco, una pequeña cosa, pero mucha alegría", escribió en su cuenta de Twitter el excanciller polaco y actual diputado del Parlamento Europeo, Radoslaw Sikorski.
Asimismo, retuiteó un video de primeros de febrero en el que el presidente estadounidense, Joe Biden, amenazó con acabar con el Nord Stream 2. "Si Rusia invade [Ucrania]… entonces ya no habrá Nord Stream 2. Le pondremos fin", dijo el mandatario. Por último, publicó otro tuit con el comentario: "Gracias, EE.UU.", junto a una foto en la que se aprecia la envergadura de la fuga en la superficie del Báltico.
"¿Es una declaración oficial de un ataque terrorista?", se preguntó en su cuenta de Telegram la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, tras la publicaciones de Sikorski.
Mientras, el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, dijo que Varsovia se aferra a la versión de "sabotaje" e insinuó que Rusia podría estar involucrada. Morawiecki calificó la situación con los gasoductos como "la siguiente etapa en la escalada de la situación a la que nos enfrentamos en Ucrania".
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, informó sobre su conversación telefónica con la jefa del Ejecutivo danés para abordar "el acto de sabotaje" en el sistema del Nord Stream. "Cualquier perturbación deliberada de las infraestructuras energéticas europeas activas es inaceptable y dará lugar a la respuesta más enérgica posible", aseveró.
Paralelamente, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, acentuó durante una rueda de prensa que Washington no va a especular sobre las causas de las fugas, al tiempo que expresó la disposición de EE.UU. de brindar ayuda a los europeos en su investigación.
En Alemania, que es el principal consumidor del gas ruso en Europa, el diario local Tagesspiegel reportó, citando una fuente al tanto del asunto, que, a estas alturas de la investigación, el Gobierno germano considera que la causa más probable de las emergencias es un ataque premeditado.
Asimismo, la revista Spiegel informó, remitiéndose a unos informantes anónimos, que el Ejecutivo federal había sido advertido semanas atrás por la CIA sobre posibles ataques contra los gasoductos en el Báltico.
El Gobierno alemán suspendió el pasado 22 de febrero el proceso de certificación del Nord Stream 2 por considerar que el gasoducto no cumplía con la legislación europea y, a raíz de los combates en Ucrania, el proyecto quedó prácticamente congelado.
En cuanto al Nord Stream 1, el gigante gasístico ruso Gazprom anunció el pasado 2 de septiembre que se vio obligado a suspender completamente y por un plazo indefinido los suministros a través del gasoducto por irregularidades técnicas descubiertas durante obras de mantenimiento. Las reparaciones necesarias pueden efectuarse únicamente en un centro de reparación especializado de Siemens, pero las sanciones impuestas a Rusia obstaculizan el proceso.