Reportan que Pelosi planea visitar la isla

En medio de las dudas que está generado la posible visita a Taiwán de Nancy Pelosi, un alto funcionario del Gobierno taiwanés y otro estadounidense declararon a la CNN que se espera que la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU. visite finalmente la isla, considerada por China como parte de su territorio.
El funcionario taiwanés afirmó que Pelosi, probablemente, pasará la noche en Taiwán, aunque no queda claro cuándo aterrizará en Taipéi. Por su parte, el funcionario estadounidense detalló que el Departamento de Defensa monitorea constantemente todos los movimientos de China en la zona y que tiene preparado un plan para garantizar la seguridad de la política.
De confirmarse la visita, Pelosi se convertiría en la primera presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU. que llega a la isla en los últimos 25 años.
Taiwán no figura en el itinerario de la gira por la región del Asia-Pacífico de la alta funcionaria. En el programa oficial anunciado el domingo solo se mencionan Singapur, Malasia, Corea del Sur y Japón como destinos de la delegación del Congreso.
Pese a las especulaciones, el avión en el que viajaba Pelosi no hizo una parada en la isla cuando se dirigía a Singapur, a donde llegó este lunes antes del amanecer sin desviarse de su ruta.
La visita de los representantes del Gobierno estadounidense avivaría las tensiones con Pekín, que se opone a cualquier contacto oficial con las autoridades de Taiwán e insiste en que cualquier negociación con la isla que pase por encima del Gobierno central viola el principio clave de su política de una sola China y las disposiciones de los tres comunicados conjuntos entre China y EE.UU.
Por su parte, Washington no reconoce a Taiwán, que se autogobierna con una administración propia, como un país independiente, aunque  mantiene una política de ambigüedad estratégica hacia la isla, reservándose el derecho a mantener relaciones especiales con Taipéi que, en su opinión, toma sus propias decisiones.
Entretanto, Taiwán se muestra firme en su determinación de defender su "modo de vida democrático", al tiempo que Pekín reitera su discurso de la "reunificación" con el "errante que acabará volviendo a casa".