El secretario general de la ONU y el presidente turco advierten contra cualquier accidente en la planta nuclear de Zaporiyia debido al conflicto entre Ucrania y Rusia.
Mientras la operación militar especial rusa en ucrania cumple casi siete meses, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llegó este jueves a esta ex república Soviética y se reunió con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el líder ucraniano, Volodimir Zelenski.
Durante la reunión, Guterres calificó cualquier daño a Zaporiyia como un suicidio. A su vez Zelenski pidió a Guterres que la organización garantice la desmilitarización de la planta nuclear para evitar que allí se produzca una catástrofe.
Rusia, en cambio, acusa a las fuerzas de Kiev de bombardear el territorio de la planta atómica para impedir su normal funcionamiento y acusar de ello a Moscú.
La Cancillería rusa pide el fin de ataques deliberados ucranianos contra la central, la mayor de Europa, para impedir un desastre nuclear. Al respecto, considera inaceptable la propuesta de la ONU para declarar una zona desmilitarizada en el recinto.
Añade que los expertos de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) deben visitar la central nuclear para ver desde cerca las actividades peligrosas de las autoridades ucranianas.
Según Moscú, la planta atómica sufre “ataques sistemáticos” de las fuerzas de Kiev desde el pasado 18 de julio.
También alerta de una provocación mayor de Kiev contra la central nuclear de Zaporiyia, para culpar a Moscú de una catástrofe tecnológica, en medio de la visita del secretario general de la ONU.
Según las autoridades locales, un posible daño al centro nuclear, podría desatar procesos descontrolados y causar una catástrofe peor que la de Chernóbil, en 1986.