La Alianza Evangélica Española (AEE) ha enviado una carta a la embajada de Irán en España por el caso de cuatro cristianos que han sido recientemente condenados a penas de prisión en el país pérsico. El documento, que firma el secretario general de la entidad, Emilio Carmona, expone la causa de los cuatro creyentes en cuestión.
“Estas personas simplemente estaban ejerciendo su libertad de pensamiento, conciencia y religión, así como su libertad de expresión, tal como se define en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos ratificado por su país. Estoy profundamente consternado por esta noticia porque creo que la libertad de religión o de creencias es muy importante. No veo cómo haría algo malo o ilegal si fuera a las casas de amigos cristianos para orar y leer la Biblia con ellos”, remarca.
Además, en el documento se manifiesta una clara preocupación no solo por la situación de los creyentes que han sido sentenciados, sino también por la del conjunto de los cristianos en Irán.
“Este caso me lleva a preguntarle: si los cristianos no pueden reunirse en sus hogares, ¿dónde deben reunirse para adorar? Sé que hay muchos cristianos en Irán, por lo que deben poder reunirse en algún lugar”, expresan desde la Alianza al embajador iraní. “¿Pueden los creyentes cristianos estar seguros cuando asisten a una iglesia para adorar juntos?”, añaden.
En este sentido, desde la Alianza piden la liberación de los cuatro cristianos que han sido condenados y “que se revoquen sus cargos” como señal de tolerancia y respeto por los derechos fundamentales por parte del gobierno iraní.
La carta de la Alianza hace referencia a los casos de los cristianos iraníes de origen armenio Anooshavan Avedian y Joseph Shahbazian, y de las mujeres convertidas al cristianismo Malihe Nazari y Mina Khajavi.
Avedian fue condenado en el mes de mayo a 10 años de cárcel por difundir “propaganda antiislámica”. Una audiencia de apelación posterior confirmó la sentencia y le añadió otros 10 años de privación de sus derechos sociales. A principios del mes de agosto la Corte Suprema de Irán denegó las solicitudes de un nuevo juicio y de liberación por parte de Avedian, según informan desde ‘International Christian Concern’.
Por su parte, y tal y como explican desde Puertas Abiertas, el pastor iraní de origen armenio Joseph Shahbazian también ha sido condenado a 10 años de prisión, acusado de “perturbar la seguridad nacional” al trabajar en el establecimiento de iglesias domésticas. Después de cumplir la pena tendrá que vivir en una zona aislada del país durante dos años más. Shahbazian fue detenido en el verano de 2020, en una serie de redadas en las que decenas de cristianos acabaron detenidos.
Junto a él también han sido condenadas Khajavi y Nazari, cada una con una pena de seis años de cárcel.
Desde el gobierno de Irán se ha defendido la garantía del derecho a la libertad religiosa. Según recoge la agencia nacional de noticias Tasnim, el ejecutivo considera que “nadie es perseguido en Irán por el mero hecho de tener una opinión o pertenecer a una clase o grupo determinado”. No obstante, organizaciones y entidades civiles hablan de una política de “pureza demográfica musulmana” en el país, y de que se han creado “las condiciones que obligan a los cristianos a marcharse”.
En los últimos días ha trascendido también la noticia de un refugiado iraní cuya solicitud de asilo ha sido rechazada por el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, después de haber sido denegada primero por las autoridades alemanas y de haber presentada después un recurso a la institución judicial europea.
Hassan (nombre ficticio), de 44 años, había huido de Irán aludiendo un posible riesgo para su vida después de haberse convertido al cristianismo. Sin embargo, la justicia alemana rechazó su solicitud porque consideró su conversión "particularmente improbable", después de tomar en cuenta lo ocurrido con su cuñado, que fue torturado y ejecutado, y su mujer, que también sufrió violencia.
"Es más probable que los hechos descritos, si realmente ocurrieron, tuvieran un efecto paralizador sobre terceros", aseguraron los jueces alemanes. Ahora, Hassan podría ser encarcelado o deportado a Irán.
Protestante Digital