La ONU declara su conmoción por la cantidad de niños palestinos asesinados por las fuerzas israelíes y advierte al régimen de Tel Aviv de estar incluido en su lista negra.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, anunció en el informe anual del organismo sobre “los niños y los conflictos armados”, publicado el lunes, que las tropas israelíes asesinaron a 78 niños palestinos, mutilaron a otros 982 y detuvieron a 637 durante el año 2021.
“Si la situación se repite en 2022, sin una mejora significativa, Israel debería estar en la lista”, advirtió Guterres en el informe, refiriéndose a la llamada “lista de la vergüenza” de la ONU, también conocida como “lista negra”, que incluye organizaciones y países que violan los derechos de los niños en zonas de conflicto de todo el mundo.
El jefe de la ONU dijo que estaba “conmocionado” por los niños palestinos muertos o heridos debido a ataques aéreos de Israel en áreas densamente pobladas y por el uso de munición real por parte de las fuerzas de este régimen, asimismo por “la constante falta de rendición de cuentas [de Israel] por estas violaciones”.
Guterres expresó también su seria preocupación por el uso excesivo de la fuerza en los territorios ocupados palestinos, instando a “las fuerzas israelíes a ejercer la máxima moderación... para proteger vidas”. En este contexto, pidió a Israel que investigara todos los casos en los que sus militares utilizaron munición real.
En cuanto a los niños palestinos detenidos en cárceles israelíes, Guterres enfatizó la necesidad de que Israel se adhiera a los estándares internacionales con respecto al arresto de menores de edad y termine con la llamada “detención administrativa” de niños, así como con el maltrato y la violencia en las cárceles.
La política de detención administrativa es una modalidad que permite encarcelar a los palestinos sin cargos, ni juicio, por periodos de hasta seis meses, prorrogables un número de veces ilimitado.
Los grupos de derechos humanos, a su vez, describen la aplicación de la detención administrativa por parte de Israel como una “táctica en bancarrota” y han pedido, aunque en vano, durante mucho tiempo a Israel que ponga fin a esta práctica.
Los militares israelíes han sido criticados por el uso generalizado y sistemático de la fuerza excesiva contra los palestinos, empero el régimen de Tel Aviv desoye las advertencias, e incluso intensifica cada vez más las atrocidades contra el pueblo oprimido de Palestina.